domingo, 19 de febrero de 2012

Los componentes de la creatividad.

Los componentes de la creatividad. Una aproximación psicoanalítica y semiótica.

Las lecturas actuales acerca de la felicidad y la alegría me han llevado por los vericuetos de la creatividad.

Se sabe que desde finales de la década del 60 del siglo pasado las investigaciones psicológicas estaban tomando un nuevo curso. El psicoanálisis se había tomado todos los escenarios psicoterapéuticos y su casi exclusivo rival, el conductismo había desarrollado toda una doctrina denominada modificación de la conducta. Y en ese ambiente se desarrollaba también la psicología humanista, una forma alternativa de entender la psique del ser humano como una experiencia de constante construcción y transformación.

La Escuela de Palo Alto daba cuenta de la importancia de la palabra en la construcción de la identidad personal. Watslawick desarrollaba las teorías de la Realidad Inventada y clarificaba algo que Platón y los posteriores neoplatónicos ya lo sabían: nuestra realidad está edificada sobre un lenguaje muy antiguo, arquetipal, nuestra realidad está en las palabras que decimos. Los dioses mismos necesitan del significans vocis para construirlo todo. La palabra hace la luz y separa lo de arriba de lo de abajo.

Las palabras crean. Las palabras destruyen. Las palabras en sí mismas son neutras y lo que las hace constructivas o destructivas es la intención que viene dada por el usuario. El poder que tienen se conecta inevitablemente con el contexto en que fueron proferidas. Las palabras son contextuales, se adaptan a un tiempo-espacio específico. Se adaptan a los procesos y a las metas. Al ser de utilidad tan plástica, las palabras se acoplan a los lugares en donde son contenidas: el cerebro.

Y a medida que se desarrolla la capacidad léxica y se amplía el vocabulario, nos llenamos de palabras, nos apoderamos de la energía contenida en este significante y llevamos el sentido y la intención que queremos usar al significado atribuido a la información a la que se puede referir dicho significante.

En este proceso de relaciones entre el significante y el significado existe una hendidura por donde se puede filtrar el talento, la destreza y la inteligencia. A esa hendidura le asignamos  el nombre de creatividad y es un proceso mental complejo. Para entenderlo, analicemos sus componentes.

Componentes de la creatividad

La creatividad se compone del temperamento propio del individuo y del “don” que hemos recibido de la naturaleza. Cuando hablamos de temperamento se hace referencia a la disposición psicológica del individuo para adaptarse al medio. Así, ser oral, anal, fálico o genital en terminología freudiana; ser introvertido o extravertido en palabras de Jung; ser leptosomático, pícnico o atlético según la medicina griega antigua, será la forma de entender esta disposición psicológica denominada temperamento.

El “don” recibido se entiende como esa capacidad casi innata manual o mental en la que destacamos todos. A unos les gusta el bricolaje y a otros la jardinería. A unos les gusta las matemáticas y a otros las ciencias sociales. Entonces, el “don” es la capacidad natural que todos los humanos tenemos para hacer algo en lo que nos destacamos sin esfuerzo.

Del Talento

Se tiene un concepto claro del talento y se dice que es el conjunto de facultades o capacidades tanto artísticas como intelectuales. Estas capacidades generalmente se heredan. Existen padres hábiles para hacer hermosas tallas de madera e hijos que hacen guitarras con los mas exquisitos acabados. Existen madres que están capacitadas para comprender las complejas interacciones entre las células e hijas que estudian la medicina con la maestría con que la hicieron sus progenitoras. El talento se hereda.

El talento también puede ser considerado una bendición/maldición como es el caso del llamado chamánico a ser un medicene man u hombre medicina. La misma naturaleza hace al individuo un predestinado para el cumplimiento de esta obra.

En fin, el talento es inherente a todo ser humano y puede ser potenciado con el aprendizaje de cierto conocimiento y la experticia que trae el estudio y la práctica.

De la Destreza

Cuando uno sabe cuál es su talento, se genera la destreza. La desenvoltura con la que podemos llevar a cabo la actividad en la cual destacamos de forma natural nos llevará a la maestría, al conocimiento profundo de nuestro talento.

Sabemos que el manejo de una destreza implica confiar en la propia vocación interna. Desde niños tenemos una inclinación natural que nos facilita comunicarnos mejor o con el ambiente interno o con el ambiente externo. A eso le llamamos introversión y extraversión, respectivamente. Todos tenemos esa conciencia de relacionarnos mejor o con nosotros mismos o con los demás. Todos sabemos si nos gusta estar meditando y pensando y desarrollamos un complejo mundo interior gobernado por la imaginación o, por el contrario, si no podemos dejar de llamar a otros por no estar solos y asi evitar el mundo interior y tener constantemente a la palabra en voz alta a flor de piel. Esas son las destrezas naturales.

La persona que ha identificado su destreza debe confiar en su vocación interna, en ese llamado que se siente cuando se esta listo y además debe dejar fluir el natural desarrollo del talento natural. No resistirse a los impulsos creativos del talento permite comprender profundamente la naturaleza de las cosas.

De la Inteligencia

Cuando hablamos de esta facultad humana compleja tenemos necesariamente que escribir sobre el conocer, el analizar y el comprender. 

La inteligencia primitiva, la de la supervivencia en donde empieza todo, nos dice instintivamente que venimos de la Madre, que venimos de la Tierra. Que nuestro origen es eminentemente divino y creativo. Este es el conocer.

Si también aplicamos una inteligencia transpersonal al individuo, este sabe que existe una presencia divina que le hace tener conciencia de su propio ser. Sabe que puede entusiasmarse (entusiasmo: del latín en=dentro y theos=dios, dios dentro) y constata la presencia del divino con el cumplimiento de sus deseos mediados por la oración.

Ser inteligente es ser hábil, diestro, experto. Ser inteligente garantiza al ser humano su unicidad y su comprensión de lo que realmente es importante. Y una de las cosas importantes que debe acompañar nuestro actuar diario es aprender a ignorar las críticas y los juicios de los otros que no aportan nada constructivo para el desarrollo personal o espiritual. La inteligencia debe manifestarse como una eslabón del aprendizaje.

Conclusión

Sabemos que nuestra vida está a expensas de nuestras decisiones y una de ellas es la determinación para tener fe; una fe acompañada de inteligencia, talento y destreza.  

Recordemos lo que por naturaleza nos es compatible con nuestro ánimo y nuestra disposición manual o intelectual y así haremos del encuentro con la creatividad una situación frecuente y refrescante.




domingo, 12 de febrero de 2012

Psicoanálisis de la Anorexia y Bulimia

Esta es la entrevista que hicieron a unas colegas y a mí acerca de los trastornos alimenticios anorexia y bulimia.
Escuchenlo y espero sus comentarios.

Lobsang


http://www.multimedios106.com/nota_ind.aspx?id_modulo=11&id_catgeneral=39&id_detmodulo=44476