sábado, 19 de diciembre de 2009

AVATAR


Cuando estamos en contacto con la madre naturaleza llegamos a comprender muchos mensajes que se nos están transmitiendo y que a simple vista no son tomados en cuenta. Uno de ellos son los mensajes que constantemente nos está trayendo la industria mas grande y millonaria de la actualidad: la meca de Hollywood.

He visto AVATAR y me ha dejado un agradable sabor de boca al saber que la conciencia de nuestra madre Gaya está emergiendo por todas partes. En todo lugar brota como si de una necesidad imperiosa se tratara, un mensaje simple, muy siemple y por eso tan difícil de poner en práctica: cuidar la casa, cuidar la casa, cuidar la casa. Es tan simple pero no ejecutado en la práctica. ¿Por que? por una simple y sencilla razón que se llama codicia. Ese cáncer que se come el alma al solo pensar que con el dinero se puede tener todo, que con el dinero se puede indicar quien tiene el poder.

Mi intención no es resumir la película, veanla y dejense llevar por el mensaje tan conmovedor que trata de transmitir: la supervivencia de todas las especies está en las manos de quienes aman a la madre, al gran OIKOS. No depende solo de los miserables seres humanos, una especie tan denigrante, depredadora y asquerosa que no se da cuenta que es solo una parte y muy pequeña del paisaje.

Siempre la verdad está en otra parte y poco nos damos cuenta que la verdad siempre ha estado, estará y está en el corazón.

Lo que consideramos naturaleza no es aquello que vemos los fines de semana en un parque nacional o en un océano, es la presencia de todo lo que tiene vida, de todo aquello que tiene movimiento, de todo aquello que está conectado. Eso y mas es la naturaleza, un ente con vida propia que se autorregula constantemente y que lo único que pide es que aprendamos a escucharla. Solo un par de oídos atentos al derredor, un par de ojos listos a ver las diferencias y las semejanzas de todo lo que habita en esta tierra y una conciencia de saber que todo, absolutamente todo está conectado.

Demonos cuenta, simples humanos, que somos una parte del paisaje. Solo somos y por suerte por tiempo definido, la especie que está a cargo de lo que le pase a la MADRE. Somos administradores de todo lo que ella nos da, nada mas. No somos dueños de nada, DE NADA, somos simplemente ADMINISTRADORES TEMPORALES. Y lo que hace un buen administrador es hacer crecer lo que la patrona le ha dado. Unos malos administradores, como China o EE.UU que actualmente no logran llegar a un acuerdo para proteger el planeta, son bazofias humanas que no ven mas allá de sus billeteras y no se dan cuenta que actuar de esa manera nos va a traer a millones de personas consecuencias que ni siquiera imaginamos: luchas por el agua, calores insoportables y demas penurias que le son propias a las almas malas, a aquellas que solo velan por sus mesquinos intereses.

Y esa es nuestra obra: ser y hacernos responsables de lo que hacemos con nuestra casa. Lo que le hagamos al planeta nos lo hacemos a nosostros mismos. Si lo escupimos, si arrojamos la basura en lugares inadecuados, si orinamos en las paredes entonces las consecuencias están a la vuelta de la esquina: sufrimiento sin piedad al no tener donde refugiarnos.

POR FAVOR SEAMOS CONCIENTES DE LAS IMBECILIDADES QUE LE ESTAMOS HACIENDO A NUESTRA CASA, A NUESTRA MADRE, A NUESTRA TIERRA.

Que los humanos dejen de ser tan malditos destructores con lo que no les pertenece y respeten esta casa como si fuera la suya es la consigna. A nadie le gustaria que su casa esté llena de humo, de botellas pet vacias o de un vertedero de excremento en su sala.

Que los humanos tomen conciecia que su propia estupidez los puede llevar a su propia destrucción.

domingo, 29 de noviembre de 2009

El cine y la espectacularización de la extinción



Es importante, de vez en cuando, ver como anda la humanidad a través de las señales que nos emite mediante los mass media, en este caso el cine.
Hoy fui a ver dentro de ese cálido y a veces incómodo útero (cuando hay demasiados de mi especie) que es un sala de cine, una película de esas que a uno le quitan el aliento por la gran carga emotiva que pueden llevar: 2012
Los efectos especiales y la enorme necesidad de los gringos de hacerle saber al mundo quien ostenta aún el poder es la constante para esta película que ya lleva varios cientos de millones de dólares en taquilla. Y la trama es simple: el mundo se enfrenta a un movimiento de tierras que llevará a la destrucción de la especie humana y para evitar dicha extinción los países del G8 han hecho una "colecta" cobrando a las personas mas ricas del planeta una cuota de mil millones de dólares por cabeza para poder construir neo arcas de Noe y allí permanecer hasta que las aguas se alejen de las montañas mas altas del planeta, las del Himalaya.
En la película se hace alusión a los Mayas y a otras culturas que habían predicho el futuro catastrófico de la tierra, un nuevo cataclismo y se toma como epicentro de todo a la capital de EE.UU. Allí está el centro de operaciones y el presidente, que no por casualidad es afro, es el que ordena a las demás naciones ejecutar una clasificación de humanos entre los que deben y los que no abordar estas naves nodrizas que mantendrán a la especie humana viva.
Además se ve con buenos ojos, al fin, a las otras manifestaciones religiosas que no necesariamente son cristianas. Una familia budista se salva y da una lección de solidaridad al acoger a "otros" en el camión que los conduce a la nave nodriza. La alteridad está presente y el trabajo de aprender a vivir en comunidad se manifiesta cuando la nave se abre a personas que no habían pagado los mil millones de dólares.
Así, la reflexión es concisa: no se está comprendiendo el mensaje. Nuestra madre tierra nos envia el comunicado claramente. Si la humanidad no cambia la forma de pensar está firmando su carta de sentencia y seremos como bien dicen los antropólogos, la única especie de ser vivo que sabe y que tiene conciencia que se está extinguiendo por su propia culpa.
La película mal interpreta la predicción Maya. No es que el mundo se acaba. Se acaba el tiempo de pensar solamente en el consumo y en sacarle todo el provecho a la madre tierra sin darle nada a cambio. Se acaba el tiempo de exprimir hasta la última gota los recursos que generosamente nos da nuestro OIKOS y empieza una época de espiritualidad. Una época donde los intereses mezquinos empiezan a verse mermados por los intereses comunitarios. Y en buena hora ya lo estamos viendo: eco arquitectura, eco empresa (si no se hacen verdes los consumidores podrían hacerlas quebrar) y la conciencia del reciclaje masivo.
Terence Mckenna en su libro "El manjar de los dioses" hace una bella reflexión que la tomo como las palabras de un eco-guerrero : "O nos volvemos verdes o morimos" y esa es la pauta que nos debe alarmar. Debemos ser concientes que al arrojar basura mental y física a los vertederos de la madre tierra estamos auto inflingiendonos nuestro propio dolor. De la basura física ya sabemos suficiente y de la basura mental tomar conciencia de lo que estamos pensando y más aún de lo que estamos tramando. Siempre somos responsables por pensar y actuar y está en nuestras manos decidir que estamos haciendo para con la madre.
Y me parece que la solución es ver siempre el lugar por donde pasemos, cualquiera que este sea, como lo que es, nuestra casa. Si estamos en un espacio público dejar los desperdicios en su lugar; si estamos en una manifestación de la madre natura (bosque, playa, selva) llevar nuestras porquerías a los lugares para los que fueron destinados y tratar en la medida de todas nuestras posibilidades, que son muchas, de llevar el silencio de la conciencia y del pensamiento a todas partes para poder escuchar la voz de MAMÁ GAIA y respetar lo que nos pide. Es por nuestro propio bien.

viernes, 27 de noviembre de 2009

Valor templado con la rectitud


Esta es la última entrega del análisis del texto de Yingming, espero que haya sido de utilidad y más que nada que se lo pueda poner en práctica en la vida cotidiana.
A medida que vamos adquiriendo confianza con las cosas que hacemos, con las palabras que decimos y con las actividades que realizamos entramos en un contacto muy íntimo con lo aprendido. Hemos pasado a una fase de dominio sobre lo que ya ha sido procesado y comprendido. Y allí viene el valor.

El valor es considerado de manera muy subjetiva como algo a lo que se le pone un precio, a lo que se le da importancia. Cuando algo carece de él no se le dirige ni siquiera una mirada, así, las cosas que en nuestra vida son valiosas, son las más atentas, las más llenas de luz.

Y a ese valor, que se lo logra a través del esfuerzo, se le añade un peso simbólico que es la confianza. Una vez que se sabe como hacer algo se adquiere el valor para repetirlo vez tras vez hasta que puede hacerse sin ningún esfuerzo. Y en ese momento puede venir la excesiva confianza y desembocar en un acto atrevido que puede llevar a la perdición.

Y antes que asome la cabeza el arrepentimiento de hacer algo que no estaba previsto por haberse excedido en la confianza viene como un bálsamo la rectitud.

Ser rectos es tener la clara conciencia que el viraje puede ser doloroso o inclusive peligroso. Y la rectitud nos sirve como una guía, una palanca o una clarividencia acerca de los hechos que vendrán dentro de poco.

Por eso es importante temperar el calor fogoso del valor con lo calmo de la rectitud.

Como siempre, la decisión es muy personal.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El vigor templado con el refinamiento


Ya era hora de regresar. Después de varios días sin el contacto transpersonal que produce la mente de Dios (el internet) estoy de vuelta para terminar las explicaciones al texto de Yinming.

Ahora corresponde a la relación dual entre lo agreste, lo rudo y lo aterciopelado y suave.

Cada vez que entramos en contacto con algo o alguien viene una gran cantidad de información que invade nuestro proceso perceptual. El saludo interhumano, el apretón de manos, la textura de una canasta, la apariencia que reluce o que desdice, eso es lo que entra en contacto con nuestros procesos sofisticados de aprehensión de los datos que circulan mas allá de lo que es considerado como ordinario. Y es allí donde lo templado entra en contacto con el vigor.

Si se habla de templado es obligatoria la referencia a términos como moderado además de la idea de estar en equilibrio con la comida, la bebida o cualquier otro apetito o pasión. Y si al hablar de templado se pone en la mitad al vigor, se tiene un interesante caldo de cultivo para las semillas de la paciencia. Se define al vigor como una fuerza o actividad notable de las cosas animadas o inanimadas y se lo asocia con la viveza o eficacia de las acciones en la ejecución de las cosas.

Siempre la idea de vigor está asociada a la duración de algo, generalmente las costumbres y los estilos. Se combina con el tiempo y este con la permanencia e impermanencia, entonces el vigor es una parte importante en el trabajo mental porque debe tener la fuerza necesaria para terminar lo empezado de manera templada.

Perfeccionar algo adecuándolo a un fin determinado es una política del buen hacedor, así, el refinamiento debe estar presente para que lo que antes se ha hecho bruscamente o con vigor se haga ahora con tino y refinamiento.

La combinación entre el vigor y el refinamiento permite que haya un producto final adecuado y este es el resultado de ser constantemente conscientes de las acciones que estamos realizando.
La relación entre lo áspero y lo suave genera la vida y también el lado oscuro de la muerte.

domingo, 11 de octubre de 2009

Previsión templada con dedicación



La séptima instrucción de Yin Ming viene acompañada de algo que se puede aplicar todos los días en nuestra vida cotidiana: la acción de saber que es lo conveniente para tener todas nuestras necesidades cubiertas o saber también que es lo conveniente para poder cubrir en un futuro cercano las necesidades que sabemos, pueden venir aparejadas con las decisiones que tomemos.

Así, la previsión se transforma en una herramienta para modificar el mundo psíquico de los seres que habitan en un cuerpo humano. Al estar en la capacidad de anticipar lo que les puede deparar el futuro, los humanos tienen la ventaja intangible de futurizar su propio contexto y adueñarse de las responsabilidades que traen aparejadas sus propias decisiones.

Recuerdese que siempre es problema de cada cual hacerse cargo de si mismo y si a ese peso le añadimos el de saber prevenir y además prever (conocer por algunas señales o indicios lo que va a suceder) entonces se asegura ganar una batalla mas contra la incertidumbre.

Sin embargo, para prever hay que tener un espíritu dedicado, es decir, un espíritu que se consagre intensamente a su oficio, profesión o trabajo. Nada hay más maravilloso que haber encontrado el lugar que nos corresponde en el mundo al hacer lo que nuestro corazón nos ha dicho siempre: esa profesión amada, ese oficio apasionado, ese hobby que enciende las ganas y saber que no todo viene sin más ni más sino que requiere de un proceso de lenta cocción que lleve a quien lo ame a la maestría y así, a llevar un suculento plato de satisfacción personal.

Vaya tarea: ser previsor (mirar a lo lejos acercarse el peligro o la bendición) y a la vez ser dedicado (consagrarse de cerca a lo que a uno más le gusta) sin perder en ninguno de los dos el hilo conductor de la paciencia. Ser pacientes para ser previsores y ser pacientes para ser dedicados.

domingo, 4 de octubre de 2009

Sinceridad templada con discriminación


La sinceridad es definida como un modo de expresarse libre de fingimiento; se asemeja a la ingenuidad, una cualidad que indica la falta de malicia.

En la vida de los humanos, específicamente en la de aquellos que han adquirido consciencia, que han despertado del letargo al que estamos culturalmente sometidos, la sinceridad es la moneda de cambio en las interacciones cotidianas. Ser siempre conscientes de nuestras responsabilidades y de los actos que las desencadenan nos transforma en seres sinceros. No hay malicia en quien quiere el bienestar de los demás, no hay fingimiento entre los conocedores del misterio, entre quienes saben que no hay nada mas valioso que serse sinceros primeramente a si mismos para luego entrar en el mundo del otro sin opacidades.

Sin embargo, para poder entrar en este mundo, el de la sinceridad, se necesita saber discriminar. Es necesario seleccionar excluyendo lo que va a dañar o a opacar nuestro camino hacia nuestro objetivo: la capacidad de ser perfectibles cada día. Excluir de nuestra vida todo aquello que retrasa nuestra evolución como las emociones descontroladas, los pensamientos rastreros y los enormes deseos internos que la materia nos impone como el poseer objetos por el siemple hecho de tener las manos llenas de algo que pueda tocar o cuantificar

De esta manera, la sinceridad debe estar acompañada de la discriminación. Saber siempre que es lo que nos conviene.
El apóstol Pablo decía a sus seguidores que todo es lícito pero que no todo conviene; que todo le es lícito pero que de ninguna cosa se dejará dominar. Una gran lección para el que desea encontrar las respuestas a sus interrogantes más profundos. Saber seleccionar excluyendo y saber actuar sin malicia. Dos lados de la misma moneda: el conocimiento interno.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

La flexibilidad templada con la resolución


Yin Ming plantea esta, la quinta de las habilidades que debe poseer el alma para transitar con el menor sufrimiento posible por esta tierra.

Flexibilidad. Que palabra tan relajante. Inmediatamente se vienen imágenes de gimnastas haciendo sus contorciones; de performantes de circo metiéndose en una caja de pocos centímetros de altitud; de un gato durmiendo en el sofá estirando sus patas de un cojín a otro o de un estado interno donde lo que predomina es el control del movimiento interior, el control del oleaje producido por los pensamientos.

La flexibilidad es la capacidad de doblarse sin partirse!! Eso en términos psicológicos se llama resiliencia y viene programada en nuestro neocortex para que podamos tomar decisiones con calma y sin apasionamiento. Específicamente la flexibilidad psicológica está ubicada en los cerebros prefrontales, aquellos que todavía no están completamente maduros sino hasta los 20 años. No en vano los adolescentes hacen lo que hacen. En ellos los lóbulos prefrontales no se han desarrollado plenamente.

Sin embargo, no es totalmente adecuado quedarse en los estados flexibles, se necesita la resolución, la decisión de hacer algo cueste lo que cueste. Se necesita la flexibilidad para tomar decisiones y poder cambiar el punto de vista pero una vez que se lo ha tomado hay que adueñarse de él y llevarlo a buen puerto.

La resolución implica tener el valor de continuar adelante aún a expensas de los obstáculos principalmente mentales que debemos afrontar a medida que le vamos dando forma a nuestros sueños. La resolución será entonces, la salsa que aderece el conduminio de una decisión tomada.

Puede palparse con la punta de los dedos esa sensación placentera que produce la flexibilidad de la mano en el teclado o de la mente en su lugar. El equilibrio dándonos una lección, la se ser flexibles en nuestras decisiones y opiniones y resueltos en la acción.

jueves, 17 de septiembre de 2009

El talento templado con la diligencia




¿Qué sería de nosotros si desplegáramos las alas de la creatividad y dejáramos volar nuestra imaginación para llegar a las cimas mas altas, aquellas cumbres heladas que el Misterio nos tiene reservadas?¿ Qué sucedería si escucháramos a nuestro corazón y siguieramos sus instrucciones al sernos completamente fieles a nuestros intereses, a nuestra vocación, a nuestro talento?

Yinming llega con la cuarta propiedad espiritual a producir una reflexión por demás necesaria: nuestra vocación, nuestro talento. ¿Qué estamos haciendo con él?

Los griegos llamaban talento a una medida monetaria que equivalía a 26 kilos de plata, una cantidad nada despreciable con la que se podía comprar una enorme cantidad de cosas. En dinero actual un talento valdría $ 324.540 euros. Por supuesto que es, hasta nuestros días, una cantidad que haría temblar al que estuviera endeudado con ella o haría saltar en un pie al que lo hubiera ganado. Exactamente así y de la misma manera funciona nuestro talento humano, nuestra aptitud para hacer algo.

La vocación o talento con el que todos nacemos requiere ser descubierta a través de un recorrido interno que nos lleva a la autoexploración. Todos sabemos intuitivamente para que somos buenos, en que nos destacamos y en que brillamos y, si realmente nos respetamos a nosostros mismos nos escucharemos y nuestra voz interior trazará el camino, la ruta que nos lleve a explorar nuestras propias capacidades.

Cuantas veces se repite en los encuentros entre humanos, en los pasillos y en las áreas comunales lo lentos o torpes que fuimos al no aprovechar esa oportunidad de oro. El individuo se queja de no haber sacado brillo a su talento al haber desperdiciado el tiempo en cosas vanales como ver la televisión o espectar un deporte que solamente le producía una irrigación de endorfinas y nada más. Cuantas veces escuchamos a los viejos decir que no aprovecharon bien el tiempo y que ahora no sirven para nada cuando ya a esa edad, después de los 70, todo lo que uno tiene en sus manos es su talento acompañándolo a todas partes.

El talento solamente se desarrolla con diligencia, una cualidad que distingue al mediocre del acrisolado. Una cualidad que implica estar allí hasta obtener lo que se quiere, a tener la suficiente paciencia y cuidado para ejecutar algo. Y para estar allí hasta lograrlo se requiere serse fiel para soportar las tormentas e inclemencias que implica seguir los propios pasos sin imitar a nadie sino a si mismo.

Vaya oportunidad que se nos presenta siempre: saber que estoy en la capacidad de desarrollar mis capacidades, mis virtudes, mi razón de vivir con la diligencia a cada momento. El truco se resume en estar atentos (cuidadosos y ágiles en lo que hacemos) hasta convencernos de nuestras propias certezas.

viernes, 4 de septiembre de 2009

La condescendencia templada con la respetabilidad




La reflexión de hoy parte de un precepto básico: la capacidad que todos los humanos tenemos para adaptarnos. Se ha dicho que en cualquier lugar que oscile entre los 40 grados bajo cero y 40 grados sobre cero la humanidad puede vivir normalmente. Lo que no se ha dicho es ¿a que temperatura de su propio yo puede vivir cómodamente? La persona promedio escapa con frecuencia de su propia responsabilidad de hacerse cargo de su vida y la deja en manos de otros como una prueba de su propia y autoaprobada inoperancia.

Para el desarrollo humano es adecuado ser condescendiente, benévolo primeramente con uno mismo. Habitualmente en terapia veo la rigidez mental frente al cambio. La incertidumbre es tomada como algo anormal y patológico. La mente de la persona psicorígida no admite los errores a los que todos los seres humanos estamos propensos experimentar, por tal motivo cualquier noción que nos aleje de nuestra zona de seguridad psicológica aterra, no se soporta lo incierto, no se es condescendiente. Si no lo soy conmigo mismo, no lo seré con el otro.

Lo opuesto es también inadecuado: ser excesivamente condescendiente. En Ecuador tenemos una frase que resume este exceso: "No hay que dejarse ver la cara de pendejo" y lo que se quiere decir con eso es que ser mas sagaz y más agudo es inadecuadamente concebido como ser más respetado. Se ve a quien es más avezado como un referente, como un modelo a seguir aún a expensas de la maldad que pueda propinar a sus semejantes.

Ser respetado es haberse ganado por mérito propio y no por opinión de los demás un espacio en la comunidad. Cuando se ha entregado tiempo, esfuerzo y dedicación disciplinada a una labor los resultados van a salir a la superficie tarde o temprano y el beneficio será proporcional al esfuerzo desplegado en tal faena.

Respetar y ser condescendientes es una combinación a la vez paradójica y totalmente aplicable a la vida cotidiana. Ser buena gente es buen negocio y aplicar la honradez a todo acto que esté bajo nuestro control será una carta de presentación de nuestra personalidad.

Entonces la temperatura ideal del yo en los humanos se puede medir tomando en cuenta nuestro propio autorespeto y nuestra capacidad para ser una mejor persona. Esto redundará en beneficio de todos aquellos con quienes entremos en contacto.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

La docilidad templada con asertividad


La pregunta que inicia ahora esta reflexión es ¿somos fáciles de educar?

De allí parte la consideración acerca de la docilidad. Se es realmente flexible con la vida que uno toma? si es así, hay una ventaja frente a lo demás. La ausencia de flexibilidad es sinónimo de anquilosamiento y por ende, de muerte. Cuando lo que predomina es la rigidez, estamos a un paso de la muerte y esta muerte abarca todos los sentidos que le querramos dar.

Cuando Yinming habla de la docilidad se refiere al trato que nos damos a nosotros mismos y a los demás. ¿Somos bondadosos, somos suaves y caríñosos con nosotros mismos? De allí que como seamos con nosotros lo seremos con los otros. La asperidad logra poco en cualquier aspecto. Puede lograr algo en el corto plazo pero a la larga genera resentimiento y una sensación de irrespeto que desemboca en el odio y el deseo de ajustar cuentas, en venganza.

Pero la docilidad también puede ser un motivo de abuso. Si se es demasiado suave la corriente del río se lleva todo, no hay la suficiente fuerza como para contener el impulso de lo que viene. No hay como ser demasiado blando en un mundo donde lo que predomina es la agresividad y el culto a la guerra y a la violencia. En esos casos, la docilidad debe ser templada con la asertividad.

Se define a la asertividad como una interacción madura en donde los interactuantes no se agreden ni se someten a la voluntad de otras personas sino que expresan sus opiniones y defiende sus derechos, principalmente el derecho a respetar y ser respetado.

Cuando se es asertivo se trabaja con uno mismo en un área muy particular y específica: tomar las decisiones que competen a nuestra forma de vida desde los hechos y no desde las opiniones. Las opiniones nos llevan a estados emocionales que pueden salirse de control: ira, ansiedad, tristeza y a veces se suelen confundir pero piénsese atentamente, una opinión es algo que viene y va pero un hecho está allí y no se puede dejar colgado el suceso sin toma cartas en el asunto.

Para ser asertivo se sugiere expresarse de forma consciente, congruente, clara, directa y equilibrada y así defender nuestros derechos sin la intención de perjudicar o herir a nadie. El secreto está en la autoconfianza interior que debe predominar en nuestro comportamiento cotidiano.

Fusionados así, los dos patrones que ahora menciona Yinming facilitan la tan ansiada comprensión de si mismo que al fin y al cabo es nuestra obligación en la vida. Estamos llamados a ser conscientes de nuestros actos a la vez que somos responsables de cada cosa que hemos decidido hacer.

domingo, 30 de agosto de 2009

Magnanimidad templada por la severidad



Yinming describe 9 pares complementarios que el alma debe poseer para llegar al virtuosismo. Hoy la magnanimidad y la severidad serán analizadas.

Se define como magnánimo aquello que se opone a ruín, de allí que lo que está en ruinas es despreciado, dejado atrás o idolatrado solamente por posteriores generaciones de seres que adoran lo pasado como lo único que fue bueno.

Magnánimo decribe y descubre un estado del alma, una razón de ser, un valor. Se llega a ello por medio del aprendizaje de las buenas maneras a las que estamos expuestos por orientación de nuestros padres. Ellos nos enseñan qué es digno de benevolencia, con quiénes tenemos que ser generosos y cómo debemos darnos a los otros. Ellos nos dan las pautas para saber que es lo que vamos a hacer por los demás seres que habitan el planeta: humanos, plantas o animales. De ese primer encuentro, con los padres, surge la magnanimidad y claro, luego puede ser aprendida por otras vías formales como la educación o la religión y en el mejor de los casos, la espiritualidad.

Luego viene la severidad, un estado aprendido en las circunstancias adversas. Cuando algo escasea o es demasiado blando, se requiere de la severidad para cuadrar las cosas. Es necesario el adecuado rigor y la dureza para que algo llegue a término. Disciplina y paciencia.

Si finalmente juntamos las dos, magnanimidad y severidad, tenemos un espíritu templado como el metal con el que se hace las katanas cuyo acero se templa muchas veces pasándolo por fuego y retorciendolo hasta darle la forma debida para un corte limpio y perfecto.

Si, nuestras virtudes se desarrollan en medio de esos dos potentes constructores de la identidad personal: la magnanimidad (lo blando) y la severidad (lo duro). Son tan indispensables en la formación del carácter que su ausencia genera desprecio como una ruina fría y abandonada en algún paraje desconocido.

martes, 25 de agosto de 2009

Las raíces de la sabiduría




A partir de esta entrada voy a trabajar sobre un tema central que se desprende de mis lecturas e investigaciones acerca de la sabiduría. En este contexto particular, la sabiduría antigua de Oriente.

El libro que sirve de base es "Cultivando las raíces de la sabiduría" de Hong Yinming, un texto escrito hace 500 años aproximadamente por un consejero de los emperadores chinos.

Su filosofía está influenciada por el budismo ZEN, el libro de las mutaciones I CHING y la filosofía ética y teológica del CONFUCIONISMO y de esta información se desprende un torrente de energía y sabiduría que tiene un objetivo particular: lateralizar el cerebro de lo izquierdo a lo derecho y hacer entrar al cerebro izquierdo en las áreas de la creatividad, el caos y la imaginación.

Recuerdese que el cerebro izquierdo tiene como objetivo mayor el repetir, ampliar y desarrollar a partir de lo ya conocido una nueva conexión de datos para hacerlos lineales. Su propósito, el de el cerebro izquierdo, es hacer la información lo mas lineal posible para confiar en los resultados que se pueden obtener por esa vía.

Pero el cerebro derecho está en otra cosa. En el predominan las imágenes, el significante, la plasticidad, la simultaneidad, el sueño, la locura, el inconsciente. Allí es donde se teme llegar cuando se han perdido los referentes de la cordura. Allí es donde la genialidad asoma la cabeza y hace su aparición a través de las palabras que nos hacen ver imágenes (las metáforas).

Así, la relación entre los dos cerebros es tan comunal que dar con un libro que los desarrolle a los dos es un encuentro milagroso.

Yinming describe a través de aforismos la práctica de la virtud y reflexiona sobre dos preguntas vitales hace ya 500 años como hasta ahora: ¿Como encontrar serenidad en medio del caos cotidiano provocado por un consumo desbordado? y ¿como lograr paz en medio de la turbulencia?

Y a lo largo del libro se despliega la fuerza descriptiva de una existencia ético-filosófica que puede ser alcanzada por quien se ha propuesto vivir una vida virtuosa.

De esta manera, Yinming llega a lo mas profundo del inconsciente humano al fusionar con perfecto equilibrio el taoísmo, el budismo y el confucianismo en cada párrafo, en cada frase y en cada encuentro con el lado creativo del universo, el lado derecho del cerebro.

lunes, 17 de agosto de 2009

Conciencia y comprensión


Cada vez que se inicia una etapa se recurre con frecuencia al pasado para tener material de donde obtener información y así, una vez con estos datos en mano, se empieza una nueva faena, un trabajo que podría tomar la vida entera, una toma de conciencia.

Y para iniciar cualquier modificación se debe distinguir claramente entre dos conceptos: comprensión y conciencia. La comprensión es esa facultad, capacidad o perspicacia para entender y penetrar las cosas (RAE) es decir que es un acto que se circunscribe a si misma, es algo racional, estereotipado y predecible. Depende enteramente del pasado y de la experiencia previa.

Mas cuando hablamos de conciencia hablamos de un concepto mas amplio que está fuera de la propia estructura del lenguaje; rebasa las fronteras de la palabra y genera una conciencia sin fronteras. La conciencia es la "propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta" y desde la psicología es "el acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo" (RAE)

Puedo compreder porque tengo conciencia pero no es necesario que tenga conciencia para comprender. Casi siempre la comprensión está atada a las palabras. Busco por donde se pueda, o por donde haya, las oraciones que expliquen lo que está pasando para así comprender. Pero cuando tengo conciencia de algo generalmente las palabras sobran. He allí la diferencia.

Si esto se relaciona con la vida mística, la del conocimiento de si mismo, mi reflexión se afinca en la importancia de conocer, comprender y tener conciencia de la SACRA VERBI CUATERNITAS, el mundo cerrado y muerto del lenguaje. El lenguaje como una realidad que se circunscribe a lo racional y que generalmente hace perder el contacto con la experiencia mística al tratar de explicar lo que sucede, al tratar de comprender simplemente y no del acto profundo de tener conciencia.

Lo místico, lo sagrado debe ser entendido como una experiencia producto de la conciencia y tener conciencia facilita la comprensión de la experiencia.

La comprensión está limitada a la misma comprensión mas la conciencia rompe ese muro y lleva a la experiencia a un acto mas profundo y unificador: el acto de tener conciencia.

lunes, 3 de agosto de 2009

El sufrimiento en la vida cotidiana


Las circunstancias de la vida nos proponen retos que a veces son difíciles de asimilar. Lo que tranquiliza el espíritu es saber que estas dificultades están diseñadas precisamente para moldear nuestra capacidad de aguante frente a la vida.

Mano Negra, la banda de música alternativa de los ochenta decía en una canción "Si la vida me da palo, yo lo voy a soportar, si la vida me da palo yo la voy a vacilar" y esa se ha transformado durante estos últimos 3 años en una plegaria para poder salir adelante soportando esta enorme carga que pesa en mis hombros.

A veces desfallezco y quiero dejar todo pero siempre termina ganando esa impronta de guerrero que desde hace 14 años he tenido frente a la vida.

No puedo darme el lujo de volverme loco, que si ha sido una opción que ha rondado por mi cerebro, no puedo dejar de luchar, no puedo dejar de bregar, lo único que puedo dejar de hacer es quejarme.

En estos tiempos la queja vendría a ser mi escapatoria pero no puedo hacerlo aunque quiera. Lo que me queda por hacer es batallar contra ese maldito banco y contra la maldita gente que robó mi dinero. ¿Qué mas puedo hacer?

He intentado meterme en quehaceres que no son los mios, vender mis camisetas, y no he tenido la respuesta que esperaba. He visto como me he ido quedando solo y como muchas personas a las que creía de soporte como mis ex estudiantes y allegados simplemente se fueron.

Me he dado cuenta que en estos momentos aciagos y oscuros solamente vivir el presente es un bálsamo para el alma.

Me he quedado solamente con Carmela, Jonathan, Pía y Omar a quienes quiero agradecer desde lo mas profundo de mi corazón. Quiero decirles gracias por sus palabras, por su energía y principalmente por compartir mi sufrimiento desinteresadamente. Allí están los amigos. Es tan cierto que en situaciones críticas uno puede ver con la transparencia más lúcida quien está con uno. Es tan cierto que en tiempos de crisis se conoce al amigo que muchas veces es mas cercano que el propio hermano.

Y claro que si, gracias al COSMOS por la provisión de pequeñas alegrías tan necesarias para seguir en pie de lucha. Un Cotopaxi deslumbrante, un gato hermoso en la casa, una sesión con la maestra en estas noches de luna y un beso de la familia. Esas son las pequeñas alegrías que me permiten en este momento vivir el sufrimiento de la vida cotidiana.

viernes, 31 de julio de 2009

Los símbolos del centro


La comprensión del centro generalmente descentra.

Se busca constantemente el equilibrio y la tranquilidad y la forma mas frecuente de hacerlo es esperar algo de otros, si otro me da lo que creo que quiero entonces lo traduzco como tranquilidad. Si otro me dice lo que creo necesito escuchar entonces duermo tranquilo.

Decimos que tenemos la conciencia tranquila cuando han pasado por nosotros las palabras que otros han dicho. Cuando las cuentas están pagadas o cuando el sueldo ha llegado se está tranquilo pero la tranquilidad se encuentra en el centro, por eso generalmente nos descentra.

Hacerse ciertas preguntas y llegar a ciertas conclusiones pone de manifiesto la capacidad de entrar nuevamente allí en la circunferencia. Hace ya un tiempo inescrutable el sabio Hermes Trimegisto dijo: "Dios es un círculo cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna" y la circunferencia generalmente está donde ponemos atención.

¿A qué le ponemos atención? si al cuerpo o a la mente es decisión personal pero la atención adecuada es la que se pone en varios lugares que estén conectados con un hilo conductor: una disciplina, un talento, una relación, las posibilidades son infinitas.

Si vamos por el símbolo del centro, lo que nosotros hemos hecho hasta ahora es producto de las cosas a las que hemos focalizado y las hemos transformado en centro.

Donde está tu corazón, allí está tu tesoro. Donde está tu centro, allí está tu circunferencia.

jueves, 23 de julio de 2009

Las creencias y la modificación de la conducta




La Real Academia de la lengua define a la creencia como "Firme asentimiento y conformidad con algo" y allí empieza un cuestionamiento importante: si algo es firme y conforme entonces es rígido e inflexible. Si algo es inflexible corre un alto riesgo de romperse.


Nuestras creencias están basadas en certezas y cuando se ven cuestionadas tratamos, a como de lugar, de defenderlas y justificarlas. Gracias a las creencias la humanidad ha hecho barbaries en nombre de una doctrina o dogma. Los bizantinos, los cruzados, los seguidores de Atila el Huno y para nuestra historia reciente los nazis, Jim Jones y el Templo del Pueblo o David Koresh y la davinianos. Las creencias han justificado masacres y también han apoyado causas nobles como la entrega de la independencia por parte de China al Tíbet.


Ahora, las creencias son estructuras cognitivas, procesos de aprendizaje social, cultural y en muchos casos genético. Aprendemos genéticamente, a través del ADN, a deprimirnos. Se ha comprobado ya que la depresión clínica tiene un alto índice de heredabilidad.


Aprendemos de nuestro contacto social, de la interacción y del encuentro. Estamos constantemente aprendiendo y a medida que nos damos la oportunidad de abrir nuestra mente, aprendemos también a cambiar nuestros puntos de vista, nuestras creencias.


Por lo tanto, la necesidad de certezas de alguna manera nos regresan a una búsqueda primigenia: la búsqueda del sentido para nuestras vidas.


En la terapia, soy constantemente testigo del anquilosamiento mental causado por creencias caducas y completamente desadaptativas. Una de las mas comunes es la de creer que lo mas importante es el tener o el hacer para SER. Y vaya que culturas enteras lo socapan a través de los medios al decirnos que tener da felicidad, que hacer da felicidad y se olvidan completamente del SER, de esa parte tan indispensable que requiere de mucha introspección y conocimiento.


Al ser, la consecuencia lógica es hacer y tener y nunca a la inversa, no hay que tener para ser ni hacer para ser.


Las cosas en la vida se dan por añadidura cuando SOMOS. Si se que soy capaz de hacer psicoterapia (SER) entonces tengo que estudiar una carrera (HACER) y tengo que proveerme de cosas para ejercitar y ejecutar mi profesión (TENER). Lo contrario sería una estupidez: hacerme de una carrera sin querer hacerla o adquirir cosas para ejecutar algo que no quiero. Y eso sucede y mucho. Cuantas veces me encuentro en mi cosultorio con personas que viven la vida de sus padres, de sus hijos o de sus nietos; cuantas veces veo que lo que domina el vivir es el tener para ser o el hacer para ser. Y nos olvidamos del ocio, del tiempo de reflexión porque consideramos que no estamos haciendo nada, que no estamos produciendo nada, teniendo.


Y la reflexión va hacia el conocimiento interno, hacia el auto-cuestionamiento, hacia la mejor forma de conocerse a si mismo: la autocomparación consigo mismo. Lo mas valioso es hacer una comparación consigo mismo. Esto quiere decir que es inutil compararse con otro ser humano. Lo útil es compararse consigo mismo: hace 5 años yo era así, ahora soy así, ¿que es lo que ha mejorado de y en mi?


Las creencias: grandes limitadoras o grandes potenciadoras. Y siempre la decisión está en nosotros, o sigo creyendo de forma inflexible en lo que creo o por fin cuestiono aquello que ya está petrificado y lo dejo con donaire y traqnuilidad para abrir espacio en el cerebro a nuevas creencias.

sábado, 18 de julio de 2009

El lado oscuro del alma


Generalmente cuando hablamos de oscuridad nos enfrentamos a un hecho que a simple vista puede resultar escalofriante: la incertidumbre.

El no saber que hacer causa una desesperación que roza en lo irracional y es precisamente eso, lo irracional, el lado oscuro, el otro lado.

Se necesita siempre de un punto de vista lóbrego, hostil y abyecto para valorar lo bueno, lo suave y lo claro. Se necesita siempre de ese lado que nos autoevalua todo para poder valorar lo que generalmente no cuestionamos. He allí el poder de la autoobservación y el conocimiento interno.

Es necesario conocerse uno mismo y en lo mas profundo, uno mismo es oscuridad. Somos concebidos en un lugar oscuro. Cuando el padre deposita la semilla en la madre lo hace en un tierno y caluroso espacio oscuro. Pasamos nueve meses en un vientre cálido, agradablemente tibio y está oscuro. Nacemos de un lugar oscuro y entramos en la claridad y cuando morimos regresamos al lado oscuro de la vida. Cuando nos vamos a dormir necesitamos de lo oscuro para conciliar el sueño. !!No se puede dormir en paz con claridad!!

Antes de venir al mundo todo es oscuridad, la vía láctea, la galaxia, las miles de esferas, todo es oscuro y es pura casualidad que el sol nos de la luz que ilumina, de lo contrario estaríamos siempre bajo la mas espesa oscuridad.

Y ese es el lado que se debe valorar a lo sumo, ese espacio-tiempo sin tiempo ni espacio que es el otro lado.

La semilla germina en lo oscuro, hacemos la digestión en lo oscuro y desarrollamos las ideas mas bellas en tiempos de oscuridad. He allí el valor gigante que tiene en nuestra vida la visita de Saturno.

Aprender a llevarse bien con la oscuridad es uno de los secretos de la paz interior. Cuando hemos logrado conciliar el sueño en la negrura de la inconsciencia es allí donde nos volvemos mas sabios, mas prudentes, mas pacientes.

viernes, 10 de julio de 2009

La felicidad es un estado de la mente




Que gran frase!!

Mis investigaciones me han llevado nuevamente a la filosofía oriental. Esta vez de la mano de la maestra Kwan Yin he iniciado un proceso de descubrimiento intenso de algo que como psicólogo debería entender y saber que es así: la felicidad es un estado mental.

Si, así es, la felicidad es una decisión. Y la felicidad está en el corazón y no en el cascarón.
Muchas veces buscamos afuera lo que realmente está dentro de cada uno; muchas veces nos focalizamos en lo que nos falta y nos olvidamos de lo que ya tenemos, de aquello con lo que contamos y que está en nuestras manos. Allí empieza la infelicidad. Cuando estamos a tientas buscando como ser felices, ahí se desliza como agua entre los dedos la oportunidad de sonreir.

Las circunstancias de la vida nos pueden amargar hasta lo sumo, nos pueden corroer la esperanza, nos pueden tumbar bajo una enorme capa de pesimismo y si no sabemos afrontarlas, nos llevan con ellas. La razón es simple: permitimos que suceda, decidimos hacerlo.

La maestra Yin reflexiona acerca del corazón que acepta las tempestades de la vida y dice que el corazón entiende con el ejemplo. Y del corazón brota la manera de amar. Según ella, para amar hay que:

1. Amar de forma indiferente a todos los seres vivos.

2. Amar a través de nuestra sonrisa

3. Amar a través de nuestra mirada

4. Amar a través de nuestras palabras

Vaya palabras refrescantes en momentos aciagos.

Los viejos griegos decían que el hablar por hablar , quejarse y molestar a otros, es un simple flatus vocis, una vulgar y vacua emanación de aire sin sentido. Mas cuando uno se hace responsable de lo que dice y como lo dice el hecho de hablar se transforma en lo que yo he denominado significans vocis, un acto con sentido y con impulso de sembrar algo en la mente de los demás.

Que nuestra felicidad esté en nuestras manos y no en el flatus vocis de la queja.

La decisión siempre es personal. La felicidad es un estado mental.

lunes, 29 de junio de 2009

Conocimiento y arquitectura griega clásica: aportes epistemológicos


1. Introducción.

Cuando era pequeño me fascinaba ver el árbol de tomate que había en el jardín de mi casa, incluso le dediqué un poema en cuya estructura defendía una tesis: mientras llueve la hierba crece.

Así como “mientras llueve, la hierba crece”, creo que es el amor e interés por el conocimiento el que me ha llevado a crecer como ser humano. Esa enorme necesidad de cuestionarme todo a mí alrededor no pocas veces me trajo problemas con mis padres y mis pares. Pensar en por qué el cielo es azul o por qué tenemos la nariz con los orificios dirigidos hacia abajo fue a veces una cuestión de fe, un asunto trascendental para mi mente infantil.

Luego, armado del lenguaje, inicié mi pesquisa que me llevó por los derroteros universitarios de la Comunicación Social. Allí descubriría lo que he considerado desde entonces una amante: la semiótica, esa disciplina tan escurridiza que trabaja con la explicación ontológica del por qué necesitamos signos para llegar a nosotros mismos y a los otros. Literalmente me enamoré de la perspectiva de Peirce (y sus antecesores filosóficos: el estoicismo y la filosofía de Jhonn Locke) y de Saussure (y su acercamiento a la filosofía oriental al ser él un traductor del sánscrito al francés de los libros sagrados de los vedas) acerca de cómo comprendemos el mundo externo.

Hice una nueva parada en la escuela de Palo Alto, California, y descubrí que cada uno de nosotros hace su propio destino basándose en la experiencia previa que tiene de las cosas y más aún, que esa experiencia está casi totalmente basada en el uso del lenguaje articulado. Watslawick y Bateson descoyuntaron mi horma determinística y tomé conciencia que nosotros mismos hacemos nuestra propia fortuna basándonos en el sonido interno que produce las palabras y en el sonido externo que manifiesta de que está lleno nuestro corazón. Y la reflexión se disparó en mi interior. El viejo Nietzsche lo dice claramente: vivimos en una cárcel llamada lenguaje.

La penúltima estación en la que me bajé, y en la que basaré mi ensayo, fue la filosofía antigua que toma como modelo de interpretación a la arquitectura clásica, especialmente la construcción de las columnas. Según el arquitecto mas famoso de la edad clásica Marcus Vitrovius (siglo I a.C) a los dioses superiores y héroes masculinos les erigieron edificios de orden Dórico porque debían ser sólidos pero simples; a las diosas y deidades menores se les erigieron estructuras de orden Jónico y a las deidades mas etéreas como Venus, Flora y las ninfas se les asignó el diseño Corinto. Así cada estructura mental estaba basada en la arquitectura clásica: lo dórico con el orden del saber, lo jónico con el orden del conocimiento y lo Corinto con el orden de la religión.

Finalmente, iniciando mi maestría también inicié una exploración que hasta ahora me tiene de viaje: la óptica psicoanalítica de Jaques Lacan y su teoría de que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Desde entonces, he estado muy asociado con una visión mas que nada lingüística y psicológica de cómo es y como se interpreta el mundo.

Ahora, leo un poco a Feyerabend quien me cuestiona nuevamente todo y me hace reflexionar acerca de por qué sería hasta higiénico analizar cuál es el papel de la razón en la sociedad y en la vida privada y él llega a la conclusión que la ciencia es ruinosa para el espíritu ya que es antisocial, antidemocrática, engañosa e ilusoria pues se basa en una racionalidad bárbara.

Con esta introducción puedo dar paso ahora a lo que realmente me compete: la relación entre el conocimiento, el pensamiento y la arquitectura griega.

2. Psicoterapia, epistemología y arquitectura

Soy psicoterapeuta y veo constantemente como los contenidos de la enfermedad mental, llámese neurosis o psicosis, son los verdaderos tormentos que emergen en una sesión. Generalmente se olvida que lo que hace que alguien se enferme psicológicamente es el contexto. El contenido queda relegado a lo que el contexto le inscriba. Por lo tanto, si se conoce y se interpreta adecuadamente el contexto es mucho más fácil cambiar las creencias. En terapia se sabe que la persona solamente puede cambiar de vida (y la interpretación que haga de ella) cuando cambia de creencias.

Ya los griegos sabían que el método para lograr la seguridad en el conocimiento era la observación y que a través del pensamiento, la mente podría procesar la información para producir ciencia. Así, el orden del saber se conectaba con la columna Dórica, la masculina y científica.

Sin embargo, el conocimiento también requiere de su parte femenina. Así, la filosofía cuyo método para obtener el conocimiento es la razón precisa de la intuición para generar nuevas ideas, nuevos contextos así como nuevos contenidos. Esta es la columna jónica, femenina.
Y finalmente, la columna corintia, la adolescente, se basa en la imaginación y a través de ella obtiene el conocimiento mediante la fe y descansa todo este material cognitivo en la religión.

Como se puede ver, las triadas (padre, madre e hijo) han determinado la forma como se comprende el conocimiento, la manera como uno se acerca al misterio y la forma de asimilar lo aprendido para ponerlo en práctica.

3. Relaciones epistemológicas entre las terapias y la arquitectura interior

Según mi investigación, cada una de las columnas de las que previamente he hablado se vinculan con un tipo específico de conocimiento: Lo dórico, masculino, con la terapia cognitiva; lo jónico, femenino, con el psicoanálisis y finalmente lo corintio, lo adolescente, con la terapia transpersonal.

La terapia cognitiva basa sus conocimientos en la observación de lo que se denomina pensamiento distorsionado o cognición errada y los datos que se obtienen de las estructuras de pensamiento provienen de la lateralización izquierda del cerebro: lenguaje articulado y relaciones de significado.

La terapia psicoanalítica se basa en la razón y su vertiente principal es la filosofía. Su forma de interpretar la estructura de la psique está conectada con la intuición que es la fuerza que sirve como asiento de la voluntad. La lateralización cerebral va hacia el lado derecho donde se ha descubierto neurológicamente que está la representación de las imágenes.

Finalmente, la terapia transpersonal, la mas joven de todas, trabaja desde la imaginación y la fe. La lateralización cerebral que le corresponde está en el lado derecho. La belleza es su estandarte y el contexto apropiado está en la simetría que proviene del ajuste de las partes, las emociones y las percepciones sensorias.

4. Conclusiones

En palabras de Piaget, el progreso del conocimiento se realiza por la experiencia sumada a la deducción. De esta manera se debe recordar que la función del conocimiento es transformar y para lograrlo se precisa de la inteligencia. Así, la función del conocimiento debe ser entendida como un mecanismo operatorio que se apoya en las acciones de los sujetos.
Dórico, Jónico o Corintio, las formas de aprehender la realidad circundante entendida como un contexto y un mensaje que se acomoda a las circunstancias espacio-temporales dependerá del lugar desde donde se mire la realidad: como observador, como observado o como participante.
Por eso es que la epistemología y el conocimiento interno necesariamente van juntos: razón, fe y observación son los pilares que determinan la arquitectura interna de cada individuo y la forma de ampliar este contexto espacio-temporal estará dada por la voluntad de decidir a través del conocimiento y hacerse responsable por lo que se ha decidido.

viernes, 26 de junio de 2009

Cómo iniciarse en los misterios

La meditación y el conocimiento interno nos llevan a cuestionamientos que podrían resultar existenciales, casi depresivos pero la realidad es otra.

Cada vez que accedemos al conocimiento de uno mismo a través de la auto-observación, la disciplina y la auto-evaluación vamos por el camino de responsabilizarnos de lo que cada uno de nosotros hacemos, es decir de nuestros propios actos. El simple hecho de transformarnos en nuestros propios testigos y vernos en tercera persona nos afloja las amarras intelectuales y racionales que nos atan a esta concepción de cordura que nos han impuesto por "cultura general".


Así, una de las formas para activar el conocimiento de uno mismo es la lectura de un buen libro.


Iniciando con el proyecto bien se puede empezar con Castaneda y su mundo del chamanismo para luego pasar a la filosofía clásica de los filósofos occidentales (principalmente los estoicos, los epicúreos y los de la ilustración) sin dejar de lado a los sofistas y a los peripatéticos; luego lubricar la mente con las enseñanzas del tao o el zen y finalmente trabajar con la electrocución mental de Schopenhauer.


Otra vía es analizarnos desde la perspectiva de lo sagrado. Recuerdo que hace tiempo atrás descubrí al colectivo interzona http://www.muscaria.com/c_interz.htm, un espacio en internet cuyos autores escriben sobre las drogas y el uso no solamente lúdico sino terapéutico de ellas, y ellos hacen una reflexión acerca de la cordura impuesta por los medios de comunicación, las industrias culturales y los productos masificados hechos a la medida de su propia creación: ".... (los libros de interzona) dan un salto cuántico en su lucha contra la dictadura de la sobriedad y abre un pequeño foco de luz en las tinieblas del pensamiento único. Datos, no suposiciones; investigaciones científicas, no estudios de dudosa fiabilidad; activismo, no política de despacho..... Interzona, agencia de viajes interior, neurotransmisión conectada"

Y otra vía es la del cuestionamiento profundo y existencial acerca de nuestra misión en la tierra. Heiddeger, Jaspers y Buber harán lo suyo.

Con estos breves apuntes me apunto a seguir en ese derrotero tan largo, infinito y deconstructor que es el descubrimiento de si mismo.

lunes, 22 de junio de 2009

La música del universo




Cosmos significa totalidad y se relaciona no solamente con el universo de las estrellas y los planetas o las vías lácteas y los agujeros negros sino con todo lo que implica universalidad en el sentido semántico de la palabra: cosmopolita, cosmovisión, cosmonauta.
Y como todo lo que está vivo lleva la música el cosmos también tiene música.

Si nos ponemos a pensar detalladamente el cosmos tiene su música. Imaginemos por unos instantes como sonará la vía láctea, cómo sonará el pasar de una estrella, cómo sonará cuando la tierra gira en rotación o traslación. Que de seguro suena, suena. Y allí está el secreto de la paz interior.

El Kybalión, libro sagrado atribuido a Hermes Trimegisto, dice que como es arriba es abajo. Como es la música del cosmos es la música de los habitantes de la tierra y dentro de ellos nosotros, los humanos. Todo suena. Todo se mueve; entonces si todo se mueve el movimiento crea sonido consigo y si suena está vivo. Y como todo está conectado, esa conexión también produce un ritmo, una entonación, un bit de información.

Para los seres humanos la concepción de la música se remonta a nuestros ancestros que ya habían pasado del nomadismo al sedentarismo y que habían pasado de ser cazadores recolectores a agricultores. La música universal que siempre se había escuchado en esta fase de la evolución y transición es la del tambor, un pedazo hueco de madera recubierto por la piel de algún animal y adornado con plumas o envoltorios que recuerde al percusionista que lo que hace es lo que le gusta a los dioses, bailar. El sonido primal estaba conectado con el sonido del corazón materno, un bit de información ancestral que lleva a todos los integrantes a la hipnosis colectiva en un acto de curación y poder arquetipal.

Así, si todo suena, la música del alma es la música del cosmos, del origen, del alfa y la omega.

Los humanos necesitamos sentir emociones para sobrevivir y una de las formas de sentirlas es la música. Neurológicamente el cerebro la utiliza para que un recuerdo nunca se olvide, es por eso por lo que su poder evocativo es tan intenso; un par de notas a un ritmo acompasado, una clave que se ha atrapado en el metrónomo.

Se le atribuye también a la música el ser un bálsamo para el cerebro, una pequeña lubricación y una entrada a cualquier dimensión imaginable. Si es así, está en las manos de cada cual el tipo de música que tenemos como telón de fondo para la vida. Jazz, blues, bossa, elecrónica, lounge, cualquiera es un justificativo para satisfacerle al cerebro su enorme curiosidad, su inmensa necesidad de cosas nuevas (neofilia le llaman los zoologos) o también su degradación, aquellas notas simples que adormecen la conciencia del escucha y lo dejan en un estado letárgico lleno de abulia e indiferencia siendo solamente un instrumento emocional y dejando a un lado el verdadero concepto de la música: la fiosofía.

Asi que tenemos en nuestras manos siempre la decisión de que música escuchar y con quien nos vamos a juntar. La música es capaz de crear vínculos sociales y allí está la virtud o la desgracia de entender con quien nos unimos o de quien nos separamos.

jueves, 18 de junio de 2009

Docencia y estudiantes

Después de una interesante clase de semiótica he reflexionado acerca de lo real y la realidad. Este es siempre un tema muy interesante que llama mi atención desde que descubrí que lo que veo no es ni la décima parte de lo que en realidad existe fuera de mi. Miles y miles de cosas se nos escapan de los ojos principalmente porque no ponemos atención.

Lo real es considerado como lo innombrable, lo ignoto, aquello a lo que nunca tendremos acceso porque el momento en que le ponemos palabras deja de ser real y se ha transformado automáticamente en realidad. Ha sido ya explicado por varios de los 5 sentidos y ha dejado atrás ese rasgo transpersonal de lo inexplicable.

Lo real se ha conocido como el arco interno y para nosotros es ese necesario silencio que todos los días hace falta para sintonizar conmigo mismo. Es lo real la experiencia de dejar de pensar y dejar de sentir para simplemente ser.

Es allí, en el ser cuando las fronteras se rompen, los límites se rebasan y se deja una huella mnémica que se ha dado en llamar experiencia previa.

martes, 16 de junio de 2009

Sobre las soledades necesarias

Quince son los minutos mínimos que todos los días requerimos para entrar en nosotros mismos y hacer una pequeña inspección del material que está flotando en ese momento.

Ese breve tiempo se transforma en un ritual al que presurosos debemos acudir para tomar fuerza, para cargar las baterías o simplemente para respirar profundo y darnos cuenta como funcionan nuestros pulmones.

Se hace necesario en nuestro contexto urbano, repleto de CO2, de asfalto y de edificios que no deleitan a la vista, tomar una pausa y hacer las paces con nuestra postura vertical y decir UFF!! un respiro por favor!!

Y mientras esos minutos transcurren es indispensable ser consciente hasta el extremo, tener las pequeñas alegrías de las que habla Hesse al ver a un ave migratoria posarse en los árboles de un país que no es el suyo o ver a un quinde revoloteando hasta el paroxismo con un pico enorme o una cola descomunal o ver también la sombra de la montaña a medida que el sol le va dejando una estela. Eso es lo que necesita el alma como un bálsamo, como una condición para no perder su camino, como una advertencia para que la insania mental no acompañe el derrotero de la transformación y el deleite de saberse vivo.

martes, 9 de junio de 2009

Una reflexión acerca de la bolsa

El título parecería un tanto extraño pero si nos ponemos apensar es bastante cierto.
Todo en la vida vegetal, animal y humana ha venido de una bolsa. Marsupiales, mamíferos, fanerógamos, huevos, placentas y demás son la constitución espacial de una bolsa.

Muchas ocasiones se deja pasar por alto lo mas básico, lo mas simple y entre eso esta la idea de la protección de una bolsa. La atmósfera es una bolsa, el origen de nuestra vida estuvo en una bolsa y ahora lo que estamos contaminando es nuestra bolsa de dormir, nuestro gran hogar.

A un claustrofóbico le asustaría pensar que constantemente todo transcurre en sitios cálidos y encerrados. Nuestros órganos internos son bolsas, nuestra última morada es una bolsa. La vida se guarda en una de ellas y todo se conecta con todo cuando se está metido en el marsupio.

domingo, 31 de mayo de 2009

¿Es el conocimiento un instrumento de sanación?

Al hacer una introspección y entender que la mayor parte de las enfermedades provienen de los excesos debidos a la ignorancia o la indiferencia se puede tener claro que lo que predomina en la mente de los seres humanos es la intemperancia y la irritabilidad.
En este ensayo pretendo explicar esta hipótesis a partir de mi especialidad, la psicología clínica. Para esto, he dividido el texto en 4 secciones: el origen del conocimiento, la causa de la enfermedad, el lenguaje y finalmente la ciencia y la utilidad del conocimiento.
Mis fuentes bibliográficas son: El Recto Pensamiento y La ciencia de la Mente de Manly Hall y el I ching (libro oracular antiguo de los chinos)

I. El origen del conocimiento

Se justifica la necesidad del conocimiento primeramente para no cometer errores y luego para superar la actitud de corregir los errores.
Por esto el conocimiento sirve para la totalización. Supone evaluar, modificar y aglutinar instrumentos pasados y presentes para llegar a un fin. Mientras que la práctica supone la trascendencia o la negación de lo que se ha dado en el presente con vistas a un estado futuro.
Además la mente humana conoce el mundo externo a través de tres canales: la experiencia, la experimentación, y la observación y un canal del mundo interno, la inspiración.
Las religiones han utilizado la experiencia para convencer a los fieles de las doxas que sus miembros imponían creer. De esta manera, la religión dice que el ser humano es parte del proceso que ella enseña acercando a los seguidores a conceptos conocidos universalmente como cielo e infierno.
La observación y la experimentación le permiten al observador y al experimentador mantenerse a sí mismo separado del tema de su búsqueda y esto a nivel epistemológico permite al individuo mantenerse separado del tema de su búsqueda.
Finalmente, la experimentación es el más reciente camino mediante el cual el conocimiento se deriva. A través de la experimentación, el experimentador produce el fenómeno a voluntad.
De esta manera, el ser humano puede echar de ver los dos niveles a través de los que conoce y que se conecta con las dos formas de contacto que se tiene con la realidad externa, la del objeto, y la realidad interna, la del sujeto.
En el nivel sensible, los humanos viven en la realidad pragmático-instrumental. La función específica de este nivel es la adaptación al medio y esta adaptación está conectada al desarrollo y a las sucesivas etapas de toma de conciencia.
La necesidad de contar con datos fiables implica la obligación de desarrollar los cinco sentidos. Si se sigue este proceso se llega al sentido común que es un conocimiento confuso y subjetivo. En este nivel el lenguaje solo es la expresión de estados orgánicos (Popper)
En el nivel intelectual la formación de conceptos juicios y raciocinios van más allá del dato sensible. El lenguaje lo puede expresar a través de formas e ideas. En este nivel es fundamental construir estructuras conceptuales, así el sujeto puede determinar de donde procede un concepto y hacerse un modelo representativo del sentido de las cosas.
Si las estructuras conceptuales son significativas para una comunidad entonces se hace posible el intercambio y acrecentamiento del conocimiento.
El conocimiento, al fin y al cabo, se conjuga entre la teoría y la práctica y el puente que permite unir los dos polos es la facultad de juzgar. Así, tenemos un concepto del entendimiento, una regla, más un acto de la facultad de juzgar que es la posibilidad de distinguir si algo cae o no bajo una regla.

I.I Conocimiento y salud mental. La causa de la enfermedad.

En las doctrinas occidentales Platón consideraba que los sentidos no pueden conducirnos nunca a un verdadero saber. Los sentidos solamente son la base para generar una opinión (doxa) mientras que la razón es capaz de suministrar un saber cierto (episteme). De esta manera Platón distingue claramente entre opinión y ciencia.
Así, para la psicología la opinión que el paciente tiene de su propia situación personal es el motivo del desorden cognitivo o emotivo y la terapia, que podría ser la RET (Rational Emotive Terapie) vendría a ser la ciencia que ha descubierto la etiología de la enfermedad mental en los pensamientos hiperbólicos.
De los filósofos de la modernidad, Kant desarrolló el criticismo cuya opinión acerca del conocimiento era que las únicas fuentes para obtenerlo son la experiencia y el conocimiento a la vez, son inseparables. Así, todo conocimiento de la realidad comprende dos factores: uno empírico llamado materia que proviene de las impresiones de los sentidos o por las experiencias de nuestra sensibilidad interior. El otro factor consiste en la forma que puede ser la forma de la intuición sensible que comprende al espacio y al tiempo, así, mediante ellos se ordena la experiencia. La otra forma corresponde al entendimiento y son las categorías en las que ordenamos los conceptos.
De las dos formas que plantea Kant, en la de la intuición sensible estarían las patologías neuróticas asociadas al tiempo (depresión y ansiedad) y al espacio (fobias), mientras que en las del entendimiento estarían las psicosis. Las dos formas también presentan su lado benigno; en las de intuición, la relajación y el pensamiento creativo entrenado por la voluntad y la atención y en las de entendimiento, las experiencias transpersonales que pueden ser explicadas gracias al lenguaje. Recordemos que lo que nos aleja de la soledad y el caos es la capacidad que tenemos los humanos para transmitir nuestros pensamientos traducidos en palabras.
En las doctrinas orientales los egipcios sostenían este antiguo adagio: “el conocimiento es el principal medicamento”. El ser humano racional domina la mayoría de los dolores que hereda de su condición orgánica y puede como no, libre albedrío, tomar la decisión de conocer sus actividades mentales. Dichas actividades tienen la facultad de hacerse visibles a través de la enfermedad; hoy por hoy se sabe que más del 50% de las enfermedades tienen origen psicosomático.
Los seres humanos tienen ritmos de pensamiento. En la teoría psicológica de la terapia cognitiva se habla de pensamientos distorsionados cuya característica predominante es la exageración de la realidad externa. Esta terapia tomó una de las frases más famosas del filósofo estoico Epicteto que reza: “no es el acontecimiento lo que nos descompone sino la interpretación que hacemos de dicho acontecimiento” así, bien quedaría claro que el origen de la enfermedad es necesariamente psicosomático.
Para los budistas el origen del sufrimiento está en el deseo y por si mismo el deseo es una operación mental, un producto del conocimiento y en todos los casos un resultado de las operaciones mentales. Diógenes también decía que los dioses son dioses porque no necesitaban nada mientras que los humanos son humanos porque siempre les hace falta algo.
Cabría preguntarse si los seres humanos estamos en la capacidad de dejar de sufrir si aprendemos a pensar adecuadamente, con temperancia.

II. El lenguaje

En el lenguaje de los filósofos griegos Platón y Pitágoras “Es mi hermano aquel cuyo intelecto está al mismo nivel que el mío; es mi padre aquel cuyo intelecto está en un nivel superior al mío; y es mi hijo aquel cuyo intelecto está en un nivel inferior al mío. Solamente es enemigo mío quien intenta destruir el poder de mi pensamiento y es un extraño con quien no tengo nada en común intelectualmente”
De esta frase se desprender que debemos tomar precauciones de con quien establecemos contactos, con quien nos relacionamos. Todos estos contactos se originan en las palabras que utilizamos para el acercamiento y a partir de ellas estará nuestra visión plagada de juicios de valor o de criterios de verdad.
El lenguaje es una necesidad fundamental de los humanos y debido a ello todos sin excepción necesitamos establecer convenciones, límites, bordes que permitan ver hasta donde se puede llegar y desde donde se puede empezar. Solamente con el lenguaje se abre la posibilidad de clasificar el mundo, de ponerle fronteras.
Para los empiriocriticos el lenguaje sirve para clasificar los hechos y a través de el se busca elaborar definiciones ostensivas pues el lenguaje establece convenciones. Así G.E Moore fundamentará la oposición con la que el análisis del lenguaje ordinario contribuyó a la fundamentación del positivismo: idealismo/sentido común.
Para Moore el idealismo carece de sentido porque crean sin sentidos lingüísticos que atentan contra el sentido común. Debe entenderse que el sentido común exige una prueba necesaria del mundo exterior. Solamente cuando se conoce el significado técnico de los términos a través de un saber, se puede conocer el sentido técnico de dichos términos. Para llegar a esto Moore plantea analizar el problema, contrastar las respuestas y aceptar o rechazar las respuestas.
Además, cuando se comprende que el lenguaje no dice el hecho sino que el hecho se muestra en el lenguaje entonces se percibe el isomorfismo entre lenguaje y realidad. En la enfermedad mental grave como la psicosis se producen sinsentidos debido a que se ha llevado a cabo una violación de las reglas del lenguaje. Una sintaxis ha sido deconstruída y requiere de una destrucción, al mas puro estilo Heiddegeriano, para llevar a cabo una regeneración. Por esto es por lo que el psicótico construye su propia realidad en eidekers (imágenes mentales) que precisan ser traducidas al lenguaje humano. Cuando se puede traducir este idioma, el de las imágenes, de una manera coherente, a través del adecuado proceso fálico freudiano (complejo de Edipo) entonces el individuo pasa de lo real a lo simbólico. Mas cuando el lenguaje no ha quedado incrustado en el significante del Nombre del Padre entonces la psicosis se presenta como un sustituto al lenguaje convencional e inventa una ideación y construye su propio mundo.

III. El conocimiento

Cómo podemos saber si un conocimiento es o no verdadero. Pregunta que ha llevado a los filósofos de todos los tiempos a inquirir a través del lenguaje si realmente el ser humano puede o no llegar a conocer.
El conocimiento es una capacidad humana que carece de valor si permanece estático y genera más conocimiento mediante el uso de la capacidad de razonamiento o inferencia. Tiene estructura y es elaborado, esto implica la existencia de redes de relaciones semánticas entre entidades abstractas o materiales (la relación S – O). Además el conocimiento es siempre esclavo de un contexto, se ajusta a la sistematicidad, constitución de conceptos, y a un interés histórico, la renovación de los conceptos.
El conocimiento se asemeja a un círculo ya que las percepciones son rectificadas por los conceptos y los conceptos son legitimados por la experiencia sensible. Así se podría afirmar que el sistema se impone en la práctica y en el mismo sistema se produce una paradoja: mientras algunos sistemas son válidos otros son superados.
La posmodernidad consideraría al conocimiento como la capacidad para convertir datos e información en acciones efectivas. Un pragmatismo que ha degenerado en consumismo y un alejamiento del arte de meditar, de la capacidad para admirarse. Siempre los filósofos orientales habían considerado como una característica básica de las almas elevadas la capacidad de aprender de la naturaleza. La observación, como una forma de conocer, es nuevamente la herramienta que lleva al origen, al principio.
Conócete (y obsérvate) a ti mismo y conocerás el universo. Si me conozco estoy en la capacidad de sanarme y me sano cuando me conozco.

domingo, 24 de mayo de 2009

Las virtudes del psicoanálisis


Desde hace mucho tiempo atrás, el psicoanálisis llenó varias de mis espectativas principalmente las filosóficas, las psicológicas y las sociales.

Cada vez que entiendo algo nuevo acerca del funcionamiento de la mente humana agradezco con premura la genialidad del Maestro, quien con su suspicacia, su mal humor y su inteligencia prístina y descomunal nos dió a varios de sus seguidores las pautas para entender nuestro propio mundo interno.

En la nosografía freudiana se incluyen tres tipos de psicosis bien estructuradas: la paranoia, la esquizofrenia y la bipolaridad y para cada uno de ellos hay un prototipo especial. En el caso de la paranoia y la esquizofrenia será la historia de Schreber.

Con estos antecedentes, ahora filosofo acerca de una estructura patológica de la mente humana: la psicosis.

He escrito en mis anotaciones personales que "la venganza de Dios frente a la genialidad es la psicosis" y quiero defender eso de la siguiente manera:
Cada vez que los seres humanos han desarrollado con vehemencia una de sus aptitudes o pasiones se enfrentan cara a cara con la estupidez y el desvarío; esto se debe a que han logrado romper el velo de la cordura y han entrado en el mundo de lo real, aquello que los platónicos llamaban lo innombrable. Cuando un ser humano se adentra en el mundo de lo ignoto, lo desoído o aquello que ha ignorado por mucho tiempo, está cerca de la psicosis. La razón es obvia: generalmente los humanos no estamos listos para franquear la puerta de lo desconocido porque el miedo invade cada poro del ser. Cuando esto sucede, la mente racional debe tomar el atajo de entender lo que le pasa a través de la explicación científica, del experimento o de la cuantificación. Pero se encuentra con que la mayor parte de las cosas que se relacionan con el autoconocimiento han sido desoídas y dejadas en un rincón de la mente donde el polvo cubre su torso.

Por intuición, todos sabemos que los seres humanos vivimos en una psicosis colectiva.
El consumo excesivo, la matanza de animales en extinción, el egoísmo desmesurado y el descuido frente a nuestra madre natura hacen patente ese estado delirante característico de una esquizofrenia. Y esto se considera como algo normal, tal y como un psicótico cree que ser la mujer de Dios o ser un mesias enviado para rescatar a la humanidad o haber bajado de una nave extraterrestre para destruir a la raza es algo normal.

Es por esto por lo que al tener nuestra cabeza llena de los pensamientos que decidimos tener, la responsabilidad frente a este acto caerá totalmente sobre nosotros. ¿Estamos pensando desde una psicosis colectiva o desde nuestra propia cabeza, con la responsabilidad que esto implica?

Siempre la decisión es personal.

viernes, 22 de mayo de 2009

¿Cómo se examina el corazón?


Los chinos nos han deslumbrado desde hace mucho tiempo con varias de sus manifestaciones culturales: una gran muralla, una gran filosofía y actualmente una gran economía. Se dice inclusive que la futura lengua franca será el mandarín.

Lo que me ha servido para mi desarrollo personal y espiritual es entender su filosofía, tan sencilla en significante pero tremendamente complicada en significado. Cada vez que me enfrento a textos taoistas o aquellos que utilizaban los guerreos para nunca perder el camino de su propósito como los de Zian Tsu me da vértigo la cantidad de información arquetipal que emana de esos textos sagrados.

Ahora quiero reflexionar acerca de la actitud que estos seres tiene frente al corazón.
En términos coloquiales, decimos que el corazón se nos ha roto cuando hemos sufrido una decepción abrumadora o cuando nos hemos enfrentado con los pies descalzos a caminos tortuosos, de esos que toca hollar cuando se ve que en el paisaje no hay salida, que se está en un túnel negro o que se tiene simplemente problemas.

Es exactamente en esos momentos cuando hay que evaluar al corazón.

Hong Yinming dice en su libro "Cultivando las raíces de la sabiduría":



  • En la tranquilidad los pensamientos son claros como el agua

Y se puede ver la verdadera esencia del corazón.



  • En los momentos de ocio, el espíritu no está apresurado
Y se puede ver las verdaderas intenciones del corazón.


  • En una vida sencilla, la actitud es modesta y moderada
Y se puede sentir la verdadera virtud del corazón.


  • Para examinar el corazón nada hay como estas tres cosas.

Fabuloso!!


Cuantas veces no podemos estar tranquilos ni en nuestro propio cuerpo y el sabio chino dice que en la tranquilidad está la esencia, el centro, el meollo, el extracto de nosotros mismos. Los griegos llamaban a esto el "conócete a ti mismo y conocerás el universo" y no se equivocaban; los cristianos decían de esto "en donde está tu corazón, allí está tu tesoro" y también le dieron al clavo. La tranquilidad, o su ausencia, está donde hemos puesto nuestra atención.


Las intenciones, nuestro empeño y voluntad, están claras cuando estamos echados mirando el césped, cuando cortamos nuestras uñas o cuando nos damos una ducha. En esos momentos, en medio del agua caliente o en medio de los grillos y luciérnagas, el espíritu no tiene afán. Esta tan simplemente sosegado y tendido entre el cuerpo y el alma que lo único de lo que puede participar es de nuestras motivaciones.


Y finalmente la actitud frente a la vida. En las cosas tan sencillas como tener un plato de comida caliente o una chompa abrigada para pasar la noche, en esas cosas, allí esta la virtud. La modestia de no exigirle nada a la vida sino solo darle las gracias. La sensatez de saber el momento de retirarse y disfrutarlo por partida doble: me voy a tiempo y me voy saciado.


Que importante es saber aprovechar esos tiempos de ocio, esos momentos tranquilos y esa actitud abierta a la experiencia de autoevaluarse, de conocerse y de saber hasta donde puedo llegar.


Que importante es examinar el corazón.


martes, 19 de mayo de 2009

Las posibilidades

En la terapia psicológica, el objetivo no es necesariamente curar al consultante. Se necesita transformar sus creencias, sus puntos de vista errados. Ahora sabemos que la mejor forma de cambiar al paciente es ayudándole a cambiar de creencias.

Si se entiende por cura la restitución de las funciones y procesos denominados normales estaríamos destinando el significado de "cura" a una condición orgánica, fisiológica.

Sin embargo, la mente no solo puede estar perjudicada por un miasma, por un virus o un gen mutado, como es el caso de la esquizofrenia, sino por el ambiente, por las condiciones sociales y por los eventos ocurridos en una relación espacio-tiempo determinado. A esto le damos el nombre de circunstancias.

Si lo vemos así, podemos caer en circunstancias que pueden generar procesos mentales obtusos, deformados o alterados. Entramos en un círculo vicioso donde lo que predomina es el caos y la confusión.

Y nos olvidamos de las alternativas.

A cada situación difícil se le puede atribuir muchas posibilidades de elección si el cerebro ha estado bien entrenado.
Nuestra capacidad cerebral se acerca a lo infinito pudiendo generar, en conexiones, la misma cantidad de estrellas que existen en el firmamento. Allí está una pauta muy valiosa: tenemos al infinito de nuestro lado.

Añadiendole al infinito, también está la atención como un proceso mental superior. ¿A que le pongo atención cuando atravieso por una crisis?
Los asiáticos dicen en su caligrafía que una crisis es una oportunidad o una amenaza. Es decir, una crisis es un momento de elección. Un momento de decisión. Un momento donde barajamos muchas posibilidades. La decisión siempre está en quien la atraviesa.

Si hemos sido bendecidos con el libre albedrío y nuestra especie tiene la capacidad de utilizar el lenguaje articulado para crear alternativas, entonces estamos llenos de oportunidades para entrar en el infinito mundo de las posibilidades y con ellas, la opción de escoger.

Todo lo que nos pasa es producto de las decisiones que tomamos, del lenguaje que utilizamos para expresarnos y de los pensamientos que imprimimos en nuestro interior.

Si queremos enfrentar bien este mundo crítico y a veces caótico y repleto de palabras entonces la solución está en manejar bien el léxico, en hacer silencio cuando se debe y en expresar la verdad cuando se tiene que decir en vocablos que se ha tomado una decisión y que se estará firme para aceptar las consecuencias que nuestras palabras han invocado.

Por eso tenemos que estar atentos a las posibilidades que el lenguaje nos abre y que las decisiones nos deparan.

jueves, 7 de mayo de 2009

Como ha evolucionado el ojo

Si se analiza la evolución humana puede verse que es una sucesión de errores y nuevos ensayos para generar mutación tras mutación y así llegar a ser lo que es ahora: un Homo Sapiens Sapiens. Y dentro de los procesos evolutivos físco-anatómicos el área de la visión en general y el ojo en particular .



El ojo se ha estado transformando, mutando, en la naturaleza de los mamíferos desde hace 600 millones de años y sigue fuerte y perfectible hasta llegar a lo inconcebible (realidad virtual)



Las águilas pueden hacer un zoom visual (acercamiento) y ver a su gorda presa como un blanco conejo, una parda ardilla o un rollizo ratón de campo, hasta 5 veces más grande en tamaño y casi dos de su peso corporal original.



Si comparamos esta información con las ampliaciones mecánicas que se le puede hacer al humano sentido de la visión con las especializadas cámaras de video y fotografía sería un acercamiento de 30X! Simplemente impresionante.



Las libélulas tienen ojos con 29 mil lentes, vuelan a 60km/h y descomponen la imagen 5 veces más rápido que nosotros con el objetivo de atrapar a la mosca en movimiento o parar y no colisionar a alta velocidad.



En los animales vertebrados el ojo evolucionó desde las criaturas que vivieron en el mar hasta los dinosaurios y cuando estos toparon tierra el ojo fue el órgano que les facilitó focalizar y ver a la presa. Esa estrategia evolutiva les permitió vivir millones de años.



Los carnívoros mutaron su visión y esta llegó a ser binocular, es decir, ver un objeto con los dos ojos y tener una perspectiva 3D. Un claro ejemplo de esto es el dinosaurio T REX que podía mantener en la mira de 180 grados a la presa y no perderse de la realidad circundante mientras la perseguía. De una manera muy distinta los herbívoros, la mayoría de ellos presas, separaron sus ojos y veían a 360 grados y en 2D, así ve todo lo que pasa a su alrededor y puede escapar del cazador.



Los mamíferos escaparon de la extinción adaptando su ojo a la noche. Podían ser comidos a la luz del día y era preferible hacerle frente a la oscuridad. La córnea fue el dispositivo que les permitió enfocar el objetivo regulando la entrada de luz.



De esta manera, los dinosaurios se extinguieron y los mamíferos se diversificaron en miles de especies y se adaptaron al medio.



Asi, en el contexto humano, los oftalmólogos y neurocientíficos concluyen que hasta el momento el ojo descifra 2.3 millones de colores. Y los primates pueden interpretar la profundidad y agudeza para vivir en los árboles. Había que protegerse de los depredadores que estaban en el aire y para hacerlo empezaron a vivir en grupos y así aprender a cuidarse unos a otros. Con esta nueva forma de vida se institucionaliza el gregarismo y con él, la fuerte necesidad de socializar. Así los primates empezaron a leer los mensajes no verbales de sus congéneres y con ello el origen del lenguaje codificado.



Ya de eso son miles de años y seguimos en el curso de una evolución que no solo es fisiológica. Desde que los humanos se han civilizado han tenido una reverencia muy bien cuidada hacia el ojo. Los cristianos hablan de él como las ventanas del alma y los egipcios tenían dioses que constantemente estaban mirando lo que sus súbditos hacían.



Ahora, nosotros tenemos un ojo testigo dentro de cada cual; nuestra alma es binocular: un ojo crítico y un ojo creativo; uno que juzga y otro que motiva.



De esta manera, es importante pensar a que ojo le estamos dando más peso para así saber que parte de nuestra vida está mejor desarrollada y que parte necesita un mayor equilibrio, la crítica o la creatividad.



Queda hacer un breve análisis de cómo está nuestro ojo interno, aquel que nos dice que es lo que debemos hacer. Los viejos chamanes dicen que la verdadera libertad consiste en volar hacia adentro con el ojo de la conciencia.



En conclusión, el ojo entrenado es aquel que nos permite ver y volar hacia adentro mediante una equilibrada combinación de crítica y creatividad.