jueves, 7 de mayo de 2009

Como ha evolucionado el ojo

Si se analiza la evolución humana puede verse que es una sucesión de errores y nuevos ensayos para generar mutación tras mutación y así llegar a ser lo que es ahora: un Homo Sapiens Sapiens. Y dentro de los procesos evolutivos físco-anatómicos el área de la visión en general y el ojo en particular .



El ojo se ha estado transformando, mutando, en la naturaleza de los mamíferos desde hace 600 millones de años y sigue fuerte y perfectible hasta llegar a lo inconcebible (realidad virtual)



Las águilas pueden hacer un zoom visual (acercamiento) y ver a su gorda presa como un blanco conejo, una parda ardilla o un rollizo ratón de campo, hasta 5 veces más grande en tamaño y casi dos de su peso corporal original.



Si comparamos esta información con las ampliaciones mecánicas que se le puede hacer al humano sentido de la visión con las especializadas cámaras de video y fotografía sería un acercamiento de 30X! Simplemente impresionante.



Las libélulas tienen ojos con 29 mil lentes, vuelan a 60km/h y descomponen la imagen 5 veces más rápido que nosotros con el objetivo de atrapar a la mosca en movimiento o parar y no colisionar a alta velocidad.



En los animales vertebrados el ojo evolucionó desde las criaturas que vivieron en el mar hasta los dinosaurios y cuando estos toparon tierra el ojo fue el órgano que les facilitó focalizar y ver a la presa. Esa estrategia evolutiva les permitió vivir millones de años.



Los carnívoros mutaron su visión y esta llegó a ser binocular, es decir, ver un objeto con los dos ojos y tener una perspectiva 3D. Un claro ejemplo de esto es el dinosaurio T REX que podía mantener en la mira de 180 grados a la presa y no perderse de la realidad circundante mientras la perseguía. De una manera muy distinta los herbívoros, la mayoría de ellos presas, separaron sus ojos y veían a 360 grados y en 2D, así ve todo lo que pasa a su alrededor y puede escapar del cazador.



Los mamíferos escaparon de la extinción adaptando su ojo a la noche. Podían ser comidos a la luz del día y era preferible hacerle frente a la oscuridad. La córnea fue el dispositivo que les permitió enfocar el objetivo regulando la entrada de luz.



De esta manera, los dinosaurios se extinguieron y los mamíferos se diversificaron en miles de especies y se adaptaron al medio.



Asi, en el contexto humano, los oftalmólogos y neurocientíficos concluyen que hasta el momento el ojo descifra 2.3 millones de colores. Y los primates pueden interpretar la profundidad y agudeza para vivir en los árboles. Había que protegerse de los depredadores que estaban en el aire y para hacerlo empezaron a vivir en grupos y así aprender a cuidarse unos a otros. Con esta nueva forma de vida se institucionaliza el gregarismo y con él, la fuerte necesidad de socializar. Así los primates empezaron a leer los mensajes no verbales de sus congéneres y con ello el origen del lenguaje codificado.



Ya de eso son miles de años y seguimos en el curso de una evolución que no solo es fisiológica. Desde que los humanos se han civilizado han tenido una reverencia muy bien cuidada hacia el ojo. Los cristianos hablan de él como las ventanas del alma y los egipcios tenían dioses que constantemente estaban mirando lo que sus súbditos hacían.



Ahora, nosotros tenemos un ojo testigo dentro de cada cual; nuestra alma es binocular: un ojo crítico y un ojo creativo; uno que juzga y otro que motiva.



De esta manera, es importante pensar a que ojo le estamos dando más peso para así saber que parte de nuestra vida está mejor desarrollada y que parte necesita un mayor equilibrio, la crítica o la creatividad.



Queda hacer un breve análisis de cómo está nuestro ojo interno, aquel que nos dice que es lo que debemos hacer. Los viejos chamanes dicen que la verdadera libertad consiste en volar hacia adentro con el ojo de la conciencia.



En conclusión, el ojo entrenado es aquel que nos permite ver y volar hacia adentro mediante una equilibrada combinación de crítica y creatividad.



2 comentarios:

  1. JOSÉ MIGUEL ROMÁN GORDILLO21 de mayo de 2009, 14:07

    UNA SUTIL "BORRAJA DE MIERDA"

    La crítica suele destruir mucho más de lo que construye, sobre todo cuando ésta toca el ego de quien lo recibe.

    Cuidamos nuestro ego, lo salvaguardamos como si fuese la cosa más importante que se debe proteger a como dé lugar. En aquel punto: el fin justifica los medios.

    Vive en nosotros, está ahí, unos son más grandes, otros por el contrario más chicos, a otros ni siquiera se los alcanza a divisar, hay egos que cuidan, otros que hieren, los que están ahí para morir por la causa y los que no permiten ser tocados ni por el aire que los oxigena.

    Como una miserable borraja de caca. Una gran bola de mierda, textualmente. Así es como deberíamos botar al caño toda esa maraña de autoengaños que provoca la ceguera colectiva, nos volvemos dueños de nada, cuando creemos ser dueños de la absoluta razón, sin ser siquiera una milésima parte de lo que se manifiesta.

    Una vez tirado al caño es en donde nos podemos permitir ver y dejamos a nuestra esencia que corrobore y justifique nuestra existencia.

    Pero no...

    Fácil es decirlo, en la práctica las cosas son distintas. A esa borraja la acogemos, cuidamos, salvaguardamos, protegemos, acostamos, amamantamos, cuidamos de sus miserables sueños, le rezamos una ‘pseudoración’ en la noche y a la mañana siguiente volvemos a ser cómplices de nuestras mentiras.

    Y cuando tocan nuestra "borrajita de miércoles" saltamos como fieras, con las garras directo al cuello, cegados y sedientos de la sangre del acosador.

    Me sumo a ello, pero, no voy a permitir que el ego me domine, el punto es crucial, el tiempo es exacto, el momento infinito, el motivo... continuar en este mar de escarcha con absoluta y profunda dignidad, convencido de que ser mejores cada día es crucial, para hacer de este mundo un lugar donde nuestros hijos puedan jugar al son de la sinrazón, CREAR e INMORTALIZAR los momentos más sublimes en su memoria.

    JOSÉ MIGUEL ROMÁN GORDILLO
    jomiguelroman@gmail.com

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  2. Es muy cierto que el ojo, en el ser humano es un organo sagrado, y cuando hablo de sacralidad me refiero a una potencia que maximisa cualquier virtud así como cualquier vicio. Pues mientras por una parte existe el ojo crítico y profundo del que hablas al final del texto, por otra parte también el ojo es un elemento de poder, no olvidemos al ojo actual que vigila y castiga, que pone prioridad en el control y cuya forma viciada sería el gran hermano que diariamente vivimos.
    Creo que el ojo es una herramienta para conocernos y conocer el mundo, pero también para destruirlo, y creo al igual que tú que ahora es importante abrir el ojo que tenemos dentro aquel muy útil para la reflexion

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