miércoles, 15 de diciembre de 2010

Medio muerto



En abril de 2008 envié un comunicado público a través de correos electrónicos, mi propio blog y otras redes sociales y allí denunciaba la incompetencia del Banco Pichincha. Hice públicos mis valores: la honestidad, la sinceridad, la paciencia y la compasión en el sentido budista. Hice pública mi vocación que ya era conocida por mis conocidos: ayudar al prójimo a través de la terapia y la docencia. Dejé claro quién era.

La semana anterior el juez primero de lo civil de Pichincha, después de haber esperado meses, quizá años (llevamos 4 años en este problema) emitió sentencia: No hubo daño moral del Banco Pichincha hacia mí. Y nuevamente me quedé reflexionando, realmente herido. Otra vez me enfrento a la negligencia y ahora no del banco sino frente a la JUSTICIA ECUATORIANA.

Hemos demostrado con documentos ese daño moral. Hemos probado que el Banco Pichincha secuestró nuestros fondos en febrero de 2007 tomando, sin mi consentimiento, el dinero de las personas con las que trabajo desde hace 10 años de manera pulcra e intachable.

Hemos demostrado que todo mi folio (documentación extensa donde había pruebas y más pruebas del daño moral) fue perdido ¿a propósito? de la sala judicial y de los archivos donde se ventila el caso.

Hemos demostrado la ineficiencia del abogado temporal del Banco Pichincha al llamarme a mí a confesión judicial sin siquiera saber que la persona a la que se estaba llamando era a su mismo cliente que casualmente lleva mi mismo apellido. ¿En confianza ………..siempre?

Hemos demostrado que se me negó el crédito sin explicaciones que, yo creo, por respeto se le debería dar a una persona cuando no se le va a brindar un servicio que la misma institución ha ofrecido. ¿En confianza….. siempre?

Hemos demostrado que alguien que sufre de un daño moral sufre de una depresión terrible. Estuve el hospital psiquiátrico durante una semana recuperándome de una depresión de 4 años a causa de los juicios.

Y yo sigo intacto. Pero estoy muy decepcionado de la justicia ecuatoriana. Parecería ser que un banco puede más que un Estado y eso no me deja ninguna garantía constitucional, ni de lejos.

Ahora estamos apelando pero estoy cansado y endeudado.

Lo que me mantiene fuerte es el espíritu de lucha que he aprendido de gente bella que me ha rodeado en estos momentos tan crudos y ahora quiero agradecerles: Lelis, su inteligencia me abruma; Diana, su caridad me hizo llorar de agradecimiento; Carmela, el amor en persona; Jonathan, Gabi, Raksha y Ramona, la amistad a toda prueba; Omar y Pía, la valentía de saber ser diferentes. La enorme cantidad de gente que ha estado conmigo y me ha dado la mano como si la de un Dios se tratara ha sido lo que mantiene mi pie casi firme. Pero estoy cansado.

Aún cuando lo esté, voy a seguir trabajando. Voy a pedir a todos mis amigos y amigas del taller Kairós que si conocen casos en los que una institución bancaria haya descalabrado a una persona o como en mi caso, una familia entera, se comunique conmigo a través de las redes sociales a las que estoy suscrito (hi5, facebook) o a través de mis correos electrónicos: taller_kairos@yahoo.com o lobokoalo@yahoo.com

Cuéntenme su historia, haré una investigación y creo que podemos llevar estos casos, que son abundantes, a un juicio justo.

Recuerdo algo que decía el Dalai Lama en una conferencia en Vietnam dada el 1 de febrero de 1996:

“El consejo de buda fue que evitásemos herir a los demás y a ser posible, que LOS AYUDÁCEMOS. Los demás seres son como nosotros que disfrutan con la felicidad y padecen con el sufrimiento. Si desarrollásemos un sentido de respeto hacia los demás y de preocupación por su bienestar reduciríamos el egoísmo que es el origen de todos los problemas y reforzaremos nuestro sentido de la benevolencia que es el origen natural de la bondad”

Si algo me sucede a mi o le sucede algo a mi familia, ya saben que pasó.

Gracias a todos por su amor que en bendita hora y a partir de esta circunstancia tan desagradable se ha desarrollado en lo más profundo de mi corazón porque yo TENGO A DIOS. EN CONFIANZA SIEMPRE………….