domingo, 10 de octubre de 2010

La amistad entre responsabilidad y raciocinio



Con regularidad, los mensajes que recibimos a través del correo electrónico o de las redes sociales son datos que se exceden en sentimentalismos infructuosos que habitualmente solo desplazan necesidades inconcientes de quien las hace y de quien las envía; pero en otras ocasiones si existen verdaderos MENSAJES que analizados a ojo de lombriz y con herramientas de hermenéutica básica (comparaciones históricas, relaciones entre autores, contextualizaciónes)pueden inculcar en el lector atento una forma de vivir, un camino de ética y un esquema para planificar un sentido de vida.

Hoy llegó el mensaje que se llama "La muerte del sentido común" y los elementos básicos de análisis son: 1)los valores, 2)los antivalores y 3)las aplicaciones.

Los valores

Cuando se es niño, un adulto autoconsciente de su responsabilidad es quien se hace cargo de la protección y vigilancia del pequeño y asume en su práctica de protector del menor dos fases de la inteligencia: el ejercicio del raciocinio y la ejecución de la responsabilidad.

El niño que ha aprendido a razonar, ya sabe ordenar sus ideas para llegar a conclusiones, y que también ya se hace responsable de sus actos cuando ha aprendido a arreglar su cuarto, ordenar sus juguetes o limpiar el piso que el mismo ensució puede ahora aprender la discreción. esa hermosa habilidad de ser sensatos y tener tacto para hablar u obrar.

La aplicación

Si la discresión y el sentido común se yuxtaponen el afortunado resultado será una sólida confianza en uno mismo y en los demás y se aprenderá a distinguir lo verdadero de lo falso.

Para iniciar este proceso es muy necesario tomar en cuenta dos factores implantados culturalmente en nuestra sociedad: el miedo y la ignorancia.

En la próxima lectura profundizaré en estos dos temas, los antivalores

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