domingo, 17 de octubre de 2010

Miedo e Ignorancia


Los antivalores

Las actividades humanas están regidas por diferentes lenguajes: el articulado, por ejemplo, es el lenguaje que hablamos a partir de un alfabeto. El lenguaje de los gestos es el que nos sirve para llegar "al otro" (la alteridad) traspasando barreras interculturales. En cualquier parte del planeta la gente sabe cuando el otro está feliz o cuando tiene asco solamente por los movimientos de sus cejas y comisura de los labios.

Tenemos lenguajes cifrados como los de la policía cuando habla de un secuestro en clave detectivesca o el de los guías en los aeropuertos que dirigen el tráfico aéreo. En nuestra vida cotidiana todos conocemos el lenguaje como un cemento emocional, un salvoconducto que nos conecta con la cordura.

Los lenguajes son instrumentos que nos permiten evitar el aislamiento. De este modo, el gregarismo del ser humano lo obliga a asociarse, a vivir en comunas. El humano no puede vivir solo. Nietzsche tenía razón; en "Así hablaba Zaratustra" él dice una gran verdad: los humanos deben estar lejos de la soledad porque en ella se develará el monstruo interno que todos llevamos dentro. Y gracias al lenguaje articulado se evita el impasse de estar solo, ese momento que nos enfrenta con nuestras debilidades

Y a partir del lenguaje surge la axiología, una parte de la filosofía que estudia los valores. Recuérdese que uno comunica los valores, o ausencia de ellos, a través de las palabras o los gestos que utiliza.

Los valores éticos permiten a los humanos experimentar la conciencia, ese darse cuenta de lo que se está haciendo, y los utilizan como referente o como medida para juzgar lo adecuado e inadecuado de las conductas propias y ajenas.

Por lo tanto, los valores influyen en nuestras formas de estar en el mundo y de mantener el contacto con otros: pensar (cognición), sentir (emoción) y actuar (acción). Los valores se transforman en mapas que facilitan el recorrido sobre el territorio de una sociedad determinada. No en vano nos dice el refrán criollo "a donde fueres haz lo que vieres". Además, sabemos que los valores se integran a nuestra vida a través de la reflexión, de este acto crítico de las acciones de uno mismo; se integran a través de la práctica social y del conocimiento de las habilidades técnicas que sirven para direccionar la acción humana.

Una de las características fundamentales de la axiología es que supone un compromiso real y trascendente de la persona ante si misma y ante la sociedad en la que interactua. Un ser humano con valores se ejercitará en el derecho y respeto a la vida, en la verdad, la libertad, la equidad, la fraternidad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, todos ellos conceptos que nos hacen sentir parte de un grupo, que confirman nuestro espíritu gregario.

Y a todo esto se le opone el miedo

Miedo

Se lo define como una sensación de alerta y angustia por la presencia de un peligro o mal real.

Psicológicamente, el miedo es un pedido de auxilio a la conciencia para que esta tome decisiones y así pueda llevar a la acción alguna actividad que disminuya la tensión y alteración producida por los efectos fisiológicos del temor que se acerca. Recuérdese que lo que ahora definimos como ataques de pánico es una sensación descontrolada producida por ansiedad frente a un estímulo que generalmente no está presente. Además, la ansiedad se diferecia del miedo en su significado básico, cuando hay ansiedad generalmente el estímulo no está presente. En el miedo, el factor fóbico está presente.

Un miedo es la ausencia de valor y el valor por si mismo es producto del conocimiento de uno mismo y de la sociedad, por lo tanto si en nuestra vida no imperan los valores y la certeza de que ellos nos pueden guiar, entonces el miedo imperará

La ansiedad, en cambio, es una sensación subjetiva de desasosiego, intranquilidad y zozobra. En su manifestación física la ansiedad se revela a través de la angustia, la congoja, la senación de inquietud, la desazón y la preocupación.

Ignorancia

Todos somos ignorantes de algo pues a todos nos falta ciencia o noticias y no está mal serlo lo malo está en seguir siéndolo.

La ignorancia es la ausencia de fe, es el desconocimiento de algo, la incultura o falta de cultivo personal; es la ineptitud o la inconsciencia, la falta de luz sobre un tema, la torpeza e inexperiencia que nos lleva al error. La ignorancia está muy cerca de la pereza física y mental y su verdadero antídoto es la aptitud para hacer algo, aquello con lo que ayudamos al cosmos a seguir en equilibrio. Cuando damos la mano al TODO y hacemos lo que nos corresponde con conocimiento y aptitud desarrollamos por antonomasia la sabiduría.

Al fin y al cabo, saldremos del miedo teniendo la certeza de que se va a cumplir lo que esperamos (la fe) y saldremos de la ignorancia con la firme voluntad de querer entender el lenguaje del Cosmos o energía universal manifiesta en los pliegues de la vida, en los detalles.

3 comentarios:

  1. Me siento como en las aulas de clases nuevamente Lobsang, me llama mucho la atención este concepto de miedo, me hacía falta un punto de vista así para repensar los mios :)

    Gracias

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  2. Y el miedo se convierte en algo ambiguo en un elemento de inmovilidad y de movimiento al tiempo...

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  3. excelente! ojala algun dia pueda ser tu alumna nuevamente!
    abrazos
    Tania!

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